Violento asalto a una unidad de transporte público ocurrió en la ranchería Gonzales cuarta sección, luego de que un par de sujetos que subieron como pasaje amagaron al operador cuando se encontraba en un paraje solitario, para despojarlo del dinero que traía; al final, uno de los ladrones se presume ya está identificado.

Alrededor de las 7 de la mañana del viernes, el chofer de la unidad marcada con el número 775, de la ruta Campo-Lázaro Cárdenas, se desplazaba sobre caminos de la comunidad dejando pasaje, pues estaba próximo a terminar el recorrido de la ruta.

Sin embargo, al circular por un paraje solitario, dos pasajeros que habían subido sobre la carretera federal, sacaron de entre sus prendas de vestir unas pistolas con la que amagaron al operador para que entregara todo el dinero que traía en su poder, obligándolo a que ingresara a un camino de terracería.

Posiblemente temeroso por lo que estaba ocurriendo, el “cumbiero” intentó oponer resistencia al atraco, lo que provocó que terminara por recibir al menos dos impactos de bala en una de sus piernas, situación que aprovecharon los delincuentes para apoderarse del efectivo y dejarlo mal herido dentro de la unidad. Tras completar el atraco, el par de sujetos salieron corriendo del camino de terracería hasta llegar a la carretera, donde ya estaban siendo esperados por el conductor de un auto compacto de color blanco en el que emprendieron la huida.

Atraídos por los ruidos de los disparos, pochimóvileros de la zona se acercaron hasta el camino de terrecería, percatándose de que estaba la unidad abandonada y en su interior el conductor pidiendo ayuda, por lo que dieron aviso a las autoridades.

Personal de Protección Civil de inmediato llegaron a prestarle los primeros auxilios al lesionado, lo trasladaron al hospital donde su estado de salud fue reportado como estable, quedando bajo observación médica debido a las heridas de bala que presentó.

Finalmente, conductores de las peseras de la zona indicaron que el responsable del atraco podría ya estar identificado, pues por las señas proporcionadas por el agraviado, se trata de un delincuente apodado “El chelo”.