Para muchas de nosotras los kilitos de más han sido los causantes de que nuestra sexualidad no sea tan complaciente como desearíamos. Y es que, para que nos hacemos tontas, el sobrepeso perjudica profundamente nuestra vida sexual de entrada –olvídense de que no nos sentimos top models- sino que además existen posturas en las cuales no podemos lograr una penetración profunda y  otras en las que nuestro peso puede molestar a nuestra pareja.

No obstante, no hay porque prohibirse de este placer por nuestro gusto a las garnachas, así que mi primer consejo para tener una vida sexual plena es amarse y aceptarse a si misma, y segundo practicar únicamente posturas que te ayudarán a alcanzar el orgasmo sin sentirte incómoda.

¿Listas?

1) Misionero –con apoyo- o como a mi me gusta decirle Misionero reloaded.

Esta es una de las posiciones sexuales más famosas, de hecho es tan popular que es la que todo el mundo -de entrada- practica, pero aguas  ya que puede ser un problema en su versión clásica para alguien con sobrepeso, el secreto aquí está en utilizar unas almohadas debajo nuestro enorme y bello trasero para poder elevar nuestras sus caderas hasta que la vagina se encuentre en un ángulo que facilite la penetración y listo…

2) De perrito o (como una vez un ex que casi acaba muerto me dijo)… de vaquita.

Eso de ponernos a “cuatro patas” con las rodillas y brazos apoyados en la cama o bien en cojines para mostrar nuestro trasero y genitales a la pareja en cuestión es sumamente excitante parta ambos, además de que ésta posición nos permite penetraciones mucho más profundas.

Ahh y otra cosa, al no apoyarnos ni recargarnos en nuestra pareja nuestro peso no se convierte en una dificultad para nadie, aunque eso si, después de un rato, mantener nuestros brazos apoyados puede ser cansado, por lo que les sugiero colocar siempre una almohada para sujetarse mejor.

3) Cucharita o bueno está bien… El Cucharón.

Las posiciones de lado son muy cómodas para las personas con unos cuantos kilitos de más, ya que ninguno de los dos tiene que aguantar demasiado peso, además de que la penetración “desde atrás” facilita que sea más profunda.

Para las que necesitan una descripción gráfica, ahí les va: En la cuchara la mujer es la que da la espalda al hombre, estando ambos de lado, él hace gran parte del movimiento, aunque una puede ayudar, sobretodo si elevamos una de nuestras piernas al aire, ya que su pene puede entrar con mayor facilidad.

4) La sirenita

Además de que el sexo en el agua es ma-ra-vi-llo-so también es una manera muy placentera de contrarrestar el peso.

Y es que la ligereza que se siente flotando en el agua permite realizar cómodamente muchísimas posturas que no podrían hacerse fuera del agua.

La desventaja aquí es que puede resultar un tanto complicado encontrar un lugar donde flotar a salvo de los mirones y además hay que seleccionar una tina, alberca o jacuzzi donde el agua este 100% limpia, pero bueno hoy en día hay muchos hoteles donde puedes encontrar albercas y jacuzzis privados, así que no te límites y experimenta más seguido el sexo bajo el agua.

¡A disfrutar!