Padres de familia del jardín de niños “Manuel Gómez Pedroza” del municipio de Zaragoza al sur de Veracruz reportaron un caso de agresión contra menores, cometido por la maestra de segundo grado Isaura “N”, que después de la queja autoridades educativas decidieron destituirla.

“Puso de cabeza a mi hija, por cuestiones de que mi hija en una actividad no pudo poner las figuras como debe ser, las puso de cabeza. Entonces la maestra agarra a mi hija de cabeza diciéndole que sintiera lo mismo que la figura del animalito”, narra la señora Flor, madre de la menor agraviada.

Los padres de familia indignados decidieron cerrar el plantel para ser escuchados por las autoridades y aunque en un principio no les hicieron caso, después de seis días sin clases firmaron una minuta donde se indicaba que la docente sería removida.

“Yo sé que muchos se han quedado callados por miedo, pero es momento de que alcemos la voz. Yo me decidí hablar y aquí estoy dando la voz por mi niño, que se haga justicia, no tanto solo por él, sino por los demás niños que han sufrido maltrato infantil de parte de esa maestra”, aseguró otra madre.

Golpes, jaloneos y hasta sacar a los niños del salón cuando lloraban, son algunas de las acusaciones contra la docente, los padres aseguran que los niños de apenas cuatro años comenzaron a quejarse casi al mismo tiempo.

Incluso aseguran que sus hijos quedaron traumados y se rehúsan a regresar al salón de clases, lo que calificaron como falto de ética de parte de la maestra sureña.

Maestra se sentía protegida por la supervisión escolar

Durante un recorrido por el municipio sureño, los padres señalaron que la maestra se sentía protegida por su pareja identificado como Miguel Baena, quien ostenta el cargo de supervisor escolar con sede en Minatitlán, Veracruz.

Incluso durante una primera reunión con la supervisora escolar, les habían pedido que firmaran una minuta, donde se indicaba que la maestra sería removida, pero por falta de alumnos y no por agredir a los niños; por ello los padres no accedieron.

“Nos quisieron ver la cara prácticamente, nos dijeron que íbamos a firmar un papel donde se estipulaba que la maestra se iría, pero por falta de alumnos, y no era por eso, porque nosotros sabemos que se va por maltrato infantil; definitivamente yo como madre no quiero esta maestra aquí”, afirmó otra de las madres, cuyo hijo fue sacado del salón por la maestra cuando lloraba.

• En la entrada del kínder están pegados los carteles donde se leen frases como “A un niño no se toca”, “No nos callaremos más”, entre otras, mismas que fueron colocados por los inconformes.