Teapa,Tab.-

En el corazón del pueblo mágico de Teapa, Tabasco, quiero contar la historia de un joven que ha encontrado en la pintura un camino propio, lleno de sensibilidad, disciplina y fe.

Él es Marco Antonio Torrez Flores, un artista de 22 años cuya trayectoria comenzó de manera inesperada en los pasillos de una secundaria, cuando una maestra pidió a sus alumnos pintar en manta.

Sin saberlo, ese trabajo escolar sería la primera puerta hacia un mundo que terminaría marcando su vida.

APRENDIZ

• A los 17 años, Marco realizó su primera pieza en cerámica: un cuadro de girasoles que pintó con las pocas pinturas que tenía guardadas, incluso usando corrector, para regalárselo a su mamá en su cumpleaños. Ese gesto sencillo se convirtió en el inicio de un viaje que más tarde le permitiría descubrir que la pintura era mucho más que un pasatiempo. En tiempos de confinamiento, cuando el mundo parecía detenerse, Marco encontró en la cerámica un refugio emocional y una forma de expresarse, lo que también lo motivó a estudiar la Licenciatura en Gestión y Promoción de la Cultura, convencido de que podía unir sus estudios con lo que creaba con sus manos.

A lo largo de los años, Marco ha sido un artista autodidacta. Ha practicado, siguiendo tutoriales, probando técnicas, corrigiendo errores y aprendiendo con cada pieza.

El tiempo que dedica a sus obras varía según la complejidad: algunas requieren tres horas, mientras que otras pueden demandar hasta 65 horas de trabajo. Su esencia como creador está en que nunca repite una pieza; cada una es única, pensada para que quien la reciba tenga algo original.

LANZAMIENTO

En 2024, surgió oficialmente "El Marco de la Cerámica", un emprendimiento que nació después de años de vender solo a conocidos. Gracias a sus redes sociales, su trabajo comenzó a difundirse, especialmente durante la temporada guadalupana cuando su arte toma un significado especial.

Ese año, Marco pintó 53 Virgencitas de Guadalupe en mes y medio, demostrando su compromiso con su oficio, y el respeto a la tradición.

• Quiero destacar un pedido que marcó un antes y un después en su camino: 50 vírgenes chicas y 3 grandes para un rezo en Huimanguillo. Aunque Marco ya había pintado Guadalupanas previamente, esta ocasión fue distinta por la cantidad y el significado del evento.

Decidió mantener la estética tradicional. Las piezas fueron obsequiadas durante el rezo, llevando consigo no solo color, sino un profundo respeto hacia la fe de la comunidad.

RECONOCIMIENTO

Sus obras no conocen fronteras. En cinco años, Marco ha pintado más de 400 piezas que han llegado a Guadalajara, Mérida, Chiapas y diversos municipios de Tabasco. Además, ha participado en tres mercaditos culturales en Villahermosa y Teapa, y ha impartido su primer taller de pintura en cerámica, compartiendo su pasión con otras personas.

Hoy, cuando observo su camino, veo a un joven que ha construido su propio lugar en el arte popular y devocional, alguien que no solo pinta figuras, sino que honra historias, emociones y tradiciones.

Y por eso, desde este espacio, quiero invitarte a conocer su trabajo, porque "El Marco de la Cerámica" no solo colorea piezas... Colorea hogares enteros.