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EL SOL DEL SURESTE



02/07/202012:15 p.m.Autor: Blanca Rodríguez/Victor ContrerasFuente: El Sol del Sureste
Se ganan la vida en medio de la pandemia
Don panchito ofrece sus atoles y tortas para el desayuno

Trabajan a marchas forzadas vendedores ambulantes para poder ganarse la vida y llevar el sustento a sus hogares.

 Ante la pandemia por el coronavirus, la falta de empleos y el regreso a la nueva normalidad que se avecina muy paulatinamente, para los comerciantes ambulantes, el panorama no es muy alentador, este es el caso del amigo David “N” de 54 años, vendedor de taspados, mejor conocido como “El Chamoyadas” desde hace unos 40 años -quien señaló no tiene el apoyo del gobierno federal ya que es  discapacitado – y  que se anotó el año pasado pero hasta la fecha él no ha sido beneficiado por este apoyo del gobierno que tanta falta le hace.

SIN APOYOS

Sin embargo, “El Chamoyadas” con optimismo señaló que desde las primeras horas de la mañana se levanta para preparar sus esencias de durazno, fresa, vainilla, uva y su nueva creación aguas de frutas, para deleitar el paladar de sus clientes, quienes les piden sus raspados a los que adicionalmente les pone lechera con un costo de tan solo 10 pesitos.

Revela antes vendía sus raspados en las afueras de la escuela secundaria Bicentenario de la Revolución número 20, en primarias y colegios privados, pero ahora con la pandemia del Covid_19 solo sale unas cuantas horas recorriendo con su triciclo las principales calles y avenidas, aprovechando algunos clientes para que pueda sobrevivir ya que de un 100% que se vendía, actualmente la venta está en un 30% lo que apenas alcanza para sobrevivir y volver a surtir para su venta.

NO PIERDE EL OPTIMISMO

Por su parte, Francisco “N” mejor conocido como “Panchito” apreciado también en el municipio de Reforma, un ejemplo de vida, también desde las primeras horas de la mañana sale desde su hogar en su triciclo a vender sus ricos atoles de chocolate, arroz con leche, y tortas con un costo de 10 y 15 pesos.

A pesar de ser una persona de la tercera edad y  de que las ventas se encuentran bajas ya que las ganancias no son tan buenas como antes por el desempleo, mantiene el optimismo y siempre brinda consejos a los jóvenes que compran su desayuno: “Cada día es una oportunidad para ser mejor persona” les dice.

Con una sonrisa continúa  llevando su triciclo por las principales calles en su día de trabajo.

CON ESPERANZA

Finalmente, el amigo Juan Sarracino de 33 años, padre de tres hijos y quien tiene a cargo a sus padres ya mayores, se gana la vida vendiendo ricos pastelitos, donas y empanadas con precios de 8 y 10 pesos de esta forma trata de sobrevivir.

Señala que la crisis económica que se vive actualmente ha hecho que las ventas bajen hasta un 60% sin embargo actualmente le alcanza para surtir y para lo  indispensable en su hogar.

Juan tiene la esperanza de que todo vuelva a la normalidad y las ventas  aumenten para tener buenas ganancias de esta forma también tener una mejor calidad de vida.  

Cabe señalar que todos ellos usan las medidas precautorias necesarias como portar su cubre bocas, gel antibacterial y sanitizador, este es el caso solo de algunas personas que como muchos, salen todos los días a ganarse la vida.



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