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10/07/202502:00 p.m.Autor: RedacciónFuente: Agencias

El final que casi destruye a Lee Jung-jae


El actor coreano revela la intensa preparación física y emocional que enfrentó para despedirse de Gi-hun... y el desgarrador destino de una bebé que cambió todo.

EL SACRIFICIO REAL DETRÁS DEL FINAL.

Tras el cierre de El juego del calamar, Lee Jung-jae, el inolvidable jugador 456, compartió detalles sobre el proceso más intenso de su carrera.

En una entrevista con The Hollywood Reporter publicada el 8 de julio, el actor surcoreano habló por primera vez sobre los enormes desafíos físicos y emocionales que enfrentó para rodar el desenlace de la serie.

  • Luego de tres temporadas y un fenómeno global sin precedentes, Lee se despidió de Seong Gi-hun sabiendo desde el inicio de la segunda temporada cómo terminaría su historia. Lejos de ser un alivio, conocer ese final lo llevó a comprometerse más a fondo con su personaje.
"Ese conocimiento fue mi base emocional. El sentido profundo de la historia atraviesa todas las temporadas, pero se concentra especialmente en esa última escena", explicó.

Ganador del Emmy por su papel en la primera entrega, Lee señaló que el tramo final (en el que Gi-hun se sacrifica para salvar a una bebé) fue el más exigente de toda su carrera.

"Mantener el nivel mental y emocional necesario fue realmente complejo", confesó.

Para encarnar el deterioro físico y psicológico de su personaje, Lee siguió una dieta extremadamente estricta durante 14 meses.

"Cada día era más limitada. Al final había perdido unos 10 kilos", contó. El objetivo era lograr que el espectador pudiera sentir el sufrimiento de Gi-hun solo con verlo en pantalla.

Y lo logró. En los minutos finales de la serie, con apenas palabras, Lee transmite una intensidad que mantiene al público al borde de las emociones.

UNA BEBÉ, UNA SORPRESA... Y UNA CARGA SIMBÓLICA.

  • Uno de los giros más comentados de la tercera temporada fue la inesperada aparición de una recién nacida como ganadora del juego. La hija de Jun-hee, introducida en el segundo episodio con el número 222, se convirtió en el centro emocional del final.
"Cuando leí esa parte del guion fue durísimo. Pensé: ´¿Por qué una bebé? ¿Cómo puede nacer en un entorno tan cruel?´", recordó Lee. Sin embargo, con el avance de la historia, entendió su función narrativa. "El nacimiento de esa niña fue lo que reactivó a Gi-hun. Le dio un motivo para seguir, para luchar por alguien más. Le devolvió la humanidad".

 

UN FINAL TRÁGICO, PERO COHERENTE.

Aunque tanto él como muchos fans esperaban un cierre menos doloroso para Gi-hun, Lee respaldó por completo la visión del creador de la serie, Hwang Dong-hyuk.

"Si esto hubiera sido solo otro show sobre juegos letales, probablemente el director habría optado por otro camino", dijo. "Pero El juego del calamar trata de algo más profundo: habla sobre la humanidad, las desigualdades, las relaciones. Quería un final que hiciera eco de ese mensaje".

Pese a su experiencia y renombre, Lee no pidió cambios en el guion. "Con todo lo vivido y la confianza que tengo en Hwang, decidí apoyar totalmente su visión. Fue la mejor decisión para la historia".

Al mirar atrás, Lee reflexiona sobre lo que su personaje representa.

"Lo que quería transmitir es que, incluso en la oscuridad más profunda, aún se puede buscar esperanza y sentido. Todos sufrimos, todos somos traicionados... pero si intentamos entendernos y convivir, tal vez haya un futuro con menos división y más armonía. Ahí es donde vive la esperanza".


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