Pedro Pascal: "Quiero estar del lado correcto de la historia"

SOY INMIGRANTE Y FUI REFUGIADO

• Pedro Pascal, Joaquin Phoenix y Emma Stone protagonizan Eddington, la nueva película de Ari Aster, una sátira oscura sobre una sociedad fracturada por la pandemia, el aislamiento y la desinformación. Los actores han compartido sus obsesiones pandémicas, el impacto del algoritmo y sus reflexiones en un mundo donde la verdad parece haberse diluido.

Ari Aster escribió Eddington en medio de una profunda ansiedad por el rumbo del mundo. Ambientada en la frontera sur de EE. UU., dos meses después del inicio de la pandemia, la cinta presenta un retrato distorsionado de una América sumida en la paranoia, el individualismo extremo y la pérdida de una realidad compartida.

Para el director, la pandemia marcó el punto de quiebre definitivo de los lazos sociales que sostenían a las democracias modernas.

Pasaron tres años desde Beau tiene miedo, y Aster vuelve a colaborar con Joaquin Phoenix, esta vez como Joe Cross, un sheriff de pueblo lleno de frustraciones y carencias afectivas.

Su antagonista es el alcalde Ted Garcia, interpretado por Pascal, en una trama que mezcla teorías conspirativas, fake news, movimientos sociales como Black Lives Matter y un clima de tensión constante. Phoenix confesó sentir una inesperada ternura por su personaje, al que describe como un hombre roto que solo busca conexión humana.

Pedro Pascal, por su parte, se sintió profundamente conmovido por la historia y la humanidad del guion. Confesó que esperaba a un Aster más severo, pero lo encontró empático y cercano en el set, siempre atento a las dudas de los actores.

"Pensé que sería más duro, más pretencioso... pero fue todo lo contrario", dijo Pascal.

 Phoenix también destacó la sensibilidad del director, a quien considera uno de los pocos capaces de dirigir y actuar con igual intensidad.

Emma Stone interpreta a Louise, un personaje breve pero fundamental, que desencadena las acciones del sheriff. Para ella, Louise es como un fantasma emocional marcado por el trauma, el encierro y un matrimonio que se desmorona. En paralelo, Austin Butler hace una aparición breve como el líder de una secta.

Más allá de la ficción, Pascal tomó la palabra para hablar desde lo personal. 

"Soy inmigrante. Mis padres escaparon de la dictadura chilena, y gracias al asilo pudimos empezar una nueva vida. Si no hubiera sido por eso, no sé qué habría pasado con nosotros. Siempre voy a defender los derechos humanos. Y deseo estar del lado correcto de la historia", afirmó con la voz entrecortada.

Phoenix, más reservado, reflexionó sobre cómo la desconexión social durante la pandemia solo agravó los problemas: "Nos alejamos físicamente y nos refugiamos en internet.Eso nos volvió más extremos, más cerrados".

Pascal lo siguió con una anécdota curiosa: en medio del encierro, se obsesionó con la actriz Lara Flynn Boyle y terminó viendo todo lo que había hecho, incluyendo series legales y reality shows sobre aeropuertos.

Stone, por su parte, habló sobre su propia relación con los algoritmos. 

"Me dio miedo darme cuenta de cómo, al investigar temas de la película, el internet me empezó a mostrar cosas cada vez más radicales. Es una madriguera sin fondo", comentó.

Para Aster, los conflictos que retrata la película no nacen con la pandemia, sino que son parte de una herida histórica más profunda. "Vivimos en una época saturada de historia. Esa sobrecarga genera ironía y distancia. En vez de comprometernos, nos volvemos espectadores de nuestra propia realidad", explicó el director, citando incluso a Nietzsche.

Frente a todo esto, Pedro Pascal cerró con una frase clara: "Hablad con quienes intentan asustaros. Y resistid. No dejéis que ganen".