Elvis Presley contempló contratar a un sicario para asesinar a su amante

LO QUERÍA MUERTO

La legendaria figura de Elvis Presley sigue dando que hablar, no solo por su música, sino por la revelación de episodios intensos y oscuros en su vida personal.

En sus memorias tituladas Softly, As I Leave You: Life After Elvis, Priscilla Presley ha compartido detalles inéditos sobre uno de los momentos más tensos de su relación con Elvis: cuando el cantante contempló contratar a un sicario para asesinar a su instructor de karate y amante, Mike Stone.

Según narra Priscilla, su aventura con Stone fue durante su matrimonio con Elvis Presley. Inicialmente, comenzó a tomar clases de karate para impresionar a Elvis luego de descubrir sus múltiples infidelidades, al encontrar en el buzón de su casa cartas de otras mujeres.

"Finalmente tuve una prueba escrita de lo que siempre había temido. Estaba profundamente herida, pero también furiosa. Llamé a Elvis y le exigí una explicación. Cuando esa táctica falló, él insistió en que todas las chicas estaban mintiendo"

Relata Priscilla en el libro.

Sin embargo, su estrecha amistad con Mike Stone se convirtió en un romance, una situación que Elvis encontró insoportable. Priscilla recordó que Elvis les dijo a sus amigos que Mike "tenía que morir" y solicitó a su road manager Joe Esposito que le consiguiera un asesino a sueldo.

• Joe, conocido también como miembro de la "Mafia de Memphis", advirtió a Priscilla que tuviera cuidado y le recomendó evitar que su hija Lisa Marie viera a Elvis para evitar que el cantante reaccionara violentamente. 

"Con el tiempo y con mucha persuasión, Elvis se fue calmando y abandonó la idea de matar a Mike, gracias a Dios"

Añadió Priscilla, quien fue aconsejada para no salir de casa debido a la gravedad de la situación.

Esta revelación añade una capa más de complejidad a la vida privada de Elvis Presley, quien a pesar de su fama mundial, enfrentó conflictos profundos y turbulencias emocionales, especialmente en su matrimonio con Priscilla.

Mike Stone, además de ser instructor de karate, fue un personaje cercano a la familia y vital en esa etapa de la vida de Priscilla, pero la relación terminó años después tras distintos desencuentros públicos.