Tecate Emblema 2025

Ciudad de México.-

EDICIÓN 2025

Se transformó la Ciudad de México en un punto de encuentro para el pop, la nostalgia y el brillo del glitter.

Miles de asistentes llegaron al Autódromo Hermanos Rodríguez con la energía lista para disfrutar de un cartel que combinó íconos de distintas décadas con artistas actuales que pusieron a todos a bailar.

Desde temprano, el ambiente fue efervescente. Grupos de amigos se dejaron ver con atuendos inspirados en los años 2000: pañuelos en la cabeza, botas metálicas y maquillaje con pedrería, dejando claro que este festival no solo se vive, sino que también se exhibe con orgullo.

• Sofi Tukker encendió la jornada con su propuesta vibrante y llena de ritmo. El dúo neoyorquino fusionó house tropical con una energía desbordante, logrando que la audiencia saltara al ritmo de temas como Drinkee y Purple Hat. Con su característico estilo irreverente y visuales de inspiración selvática, se consolidaron como uno de los actos más contagiosos del evento.

Uno de los momentos cumbre llegó con David Guetta, quien convirtió la noche en una fiesta masiva con explosivos efectos visuales y un set repleto de clásicos como Titanium, Play Hard y I´m Good (Blue).

• La multitud de 44 mil personas respondió con entrega absoluta, saltando sin descanso bajo una lluvia de luces y fuegos artificiales.

El festival también reservó espacio para la sorpresa y la nostalgia. Will Smith apareció en el escenario y desató el entusiasmo del público con éxitos como Gettin´ Jiggy Wit It, Miami y Men in Black. Su presencia inesperada añadió un toque mágico al evento, conectando de inmediato con los asistentes.

Otro momento inolvidable lo protagonizó María José, quien convirtió su presentación en un homenaje al pop mexicano. Invitó a escena a artistas como Kalimba, Motel, Matisse y Lucía Méndez, desatando ovaciones cuando esta última interpretó un fragmento de Corazón de piedra. Fue un cruce inesperado entre generaciones que resultó en una celebración única.

El espíritu retro también tuvo su espacio con Purple Disco Machine, quien entregó un set hipnótico cargado de beats ochenteros. Mientras tanto, en otro punto del festival, la carpa de Patrick Miller se transformó en una máquina del tiempo donde los asistentes disfrutaron de clásicos del dance con pasos coordinados.

• El evento también facilitó reencuentros esperados. CD9 debutó en festivales, provocando gritos y una oleada de nostalgia entre sus seguidores. Morat, por su parte, entregó un show cargado de emotividad, consolidándose como una de las bandas más queridas del momento.

Más allá de la música, el Tecate Emblema fue una experiencia sensorial. Las activaciones ofrecieron desde maquillaje con glitter hasta zonas de descanso, mientras que los food trucks brindaban opciones gastronómicas inspiradas en los artistas. Todo estaba diseñado para compartir, grabar y recordar.

En definitiva, Tecate Emblema 2025 no fue solo un festival, sino un viaje por el tiempo, un homenaje a la diversidad musical y una demostración de que la música une generaciones y deja recuerdos imborrables.