Rodrigo, el bebé que nació sin rostro por un trágico error médico

Cuando se sometió a una ecografía 5D en otra clínica le alertaron sobre posibles malformaciones, sin embargo, su obstetra de confianza, Artur Carvalho, le aseguro que no había de qué preocuparse. Fue hasta el parto cuando la condición del recién nacido se hizo evidente, los médicos le dijeron a sus conmocionados padres y familiares que el bebé no sobreviviría más allá de algunas horas. Los padres del bebé presentaron una denuncia contra su obstetra, acusándolo de negligencia grave.

Los padres de Rodrigo lo llevaron al hospital de niños de Lisboa, Dona Estefânia, con la esperanza de un milagro, pero los neuropediatras les dijeron que no hay nada que se pueda hacer debido a la gravedad de sus lesiones cerebrales; el bebé sobrevivió 10 días. 

El Hospital de São Bernardo, donde trabaja el obstetra y nació Rodrigo, ha abierto una investigación interna. Artur Carvalho ha sido objeto de cuatro investigaciones anteriormente, una de ellas, del  2011, era muy similar a este caso, pero terminó archivándose ante el Colegio Oficial de Médicos.

La legislación de Portugal establece la posibilidad de interrumpir el embarazo hasta las 24 semanas si es una malformación que le permite al bebé sobrevivir y hasta el final del embarazo si existen pocas posibilidades de vida después del nacimiento.

El lamentable caso de Rodrigo resulta una consecuencia directa de negligencia médica por parte no sólo del obstetra, Artur Carvalho, sino de todo el sistema médico que lo respalda, ya que contaba con varios antecedentes que bastaban para cuestionar su licencia como médico. Las instancias pertinentes deberán dictaminar el porqué el médico no recibió ningún tipo de sensación.

Durante los últimos años se ha criticado mucho el sistema laboral de los especialistas de la salud debido a las terribles condiciones laborales en las cuales los médicos sufren explotación cubriendo turnos de 24 horas sin descanso, lo cual provoca un terrible desempeño profesional o siendo víctimas de abusos de sus superiores. Sin embargo, no existe pretexto alguno que avale el sufrimiento de ningún ser humano.