Rocío Medrano, abogada de Leopoldo Olvera, el padre de los tres niños que murieron envenados junto con su madre y su abuelo, señaló que él también es una víctima en la tragedia y pidió respeto por el duelo que está pasando la familia.

Aseguró que se trata de un caso extremo, pues se buscó por todos los medios generar una conciliación y que hubiera una guardia y custodia compartida de los niños.

Por su parte, la psicóloga María Cristina Pérez Agüero, describió a Leopoldo Olvera como una persona honrada y aseguró que mucho tiempo estuvo separado de los menores y acusado "injustamente". 

Detalló que él forma parte de la Asociación Nacional de Psicología Jurídica, y por ello buscó apoyo técnico para revisar que las pruebas periciales en psicología estuvieran realizadas con los métodos y técnicas adecuados. 

Asimismo, Óscar Montes de Oca, subprocurador de la PGJ capitalina, señaló que Leopoldo ya se presentó ante el agente del Ministerio Público y aseguró que durante las indagaciones no se encontró ningún antecedente de abuso sexual en contra de los menores, por lo que en este momento, no se le pude vincular con algún dato de prueba. 

Sin embargo, aclaró que si más adelante dentro de la investigación apareciera algo contra él, se actuaría en consecuencia.