Detenido exagente del Cisen en Tijuana

FUERTE OPERATIVO

La Fiscalía General de la República (FGR) confirmó la detención de Jorge Antonio Sánchez Ortega, exagente del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), en Tijuana, Baja California, el pasado sábado 8 de noviembre de 2025.

Sánchez Ortega ha sido señalado desde hace tres décadas como el presunto segundo tirador en el asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio Murrieta, ocurrido el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas.

La captura se realizó en la colonia Los Reyes, en un operativo encabezado por la Policía Federal Ministerial, en cumplimiento de una orden de aprehensión federal. Esta es la segunda vez que Sánchez Ortega es arrestado por el mismo caso; en la primera ocasión fue liberado por falta de pruebas.

Según informes del Ministerio Público, Sánchez Ortega habría dado positivo a la prueba de rodizonato de sodio, que detecta residuos de disparo de arma de fuego. Además, se le encontró plomo en las manos y una chamarra manchada con sangre de Colosio, lo que refuerza la hipótesis de su participación directa en el atentado.

La FGR señaló que en su liberación original hubo un "evidente encubrimiento" y que las nuevas pruebas permiten reabrir el caso con mayores fundamentos.

Perfil del detenido

• Nombre completo: Jorge Antonio Sánchez Ortega
• Edad: Hombre de la tercera edad
• Descripción al momento de la detención: Camisa a cuadros, chamarra gris, pantalón negro, zapatos café, bigote, cabello canoso

Actualmente se encuentra bajo disposición de un juez federal, quien determinará su situación jurídica en las próximas horas.

El asesinato de Colosio ha sido uno de los eventos más polémicos en la historia política de México. Aunque Mario Aburto Martínez fue condenado como autor material, múltiples versiones han sugerido la existencia de un segundo tirador.

Sánchez Ortega fue uno de los primeros sospechosos en 1994, pero su caso fue desestimado por falta de pruebas.

La reapertura del expediente y esta segunda detención podrían reconfigurar la narrativa oficial del magnicidio, justo cuando se cumplen más de 30 años del hecho.