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MÉXICO
La UNAM transforma vidas con tecnología.
TRANSFORMANDO VIDAS.
Un paciente de 12 años, que nació con una malformación en la mano, acudió a la Unidad de Órtesis y Prótesis de la UNAM en busca de atención especializada.
Su caso no solo marcó un antes y un después en su vida, sino también en la trayectoria profesional de Juan David Orozco, ortesista de la unidad, quien aún recuerda ese encuentro con claridad.
Todos los usuarios son especiales, pero hay casos que no se olvidan", dice Juan David, quien lleva más de 25 años ayudando a personas a recuperar su autonomía. Ese niño fue su primer paciente pediátrico. También fue el primero al que le diseñaron una prótesis de miembro superior en esta unidad, ubicada en el campus Juriquilla de la UNAM.
Desde entonces, numerosos pacientes han sido atendidos en la Unidad de Órtesis y Prótesis de la UNAM, cada uno con una historia y necesidades particulares que requieren soluciones personalizadas.
En este laboratorio, no existen estándares fijos: cada prótesis se diseña con precisión y a la medida, bajo la premisa de que no es solo un dispositivo, sino una extensión del cuerpo y la vida del usuario, como señala el ortesista Juan David Orozco.
EL CUERPO COMO PUNTO DE PARTIDA.
En esta unidad, ubicada en la UNAM, se brinda atención integral a personas que han perdido una extremidad debido a accidentes, enfermedades o condiciones congénitas.
El proceso de rehabilitación va más allá de la colocación de una prótesis: involucra a un equipo multidisciplinario conformado por protesistas, médicos, fisioterapeutas, nutriólogos y psicólogos, quienes acompañan al paciente desde la toma del primer molde hasta el ajuste final del dispositivo.
Además de su función clínica, la unidad es también un espacio académico. Aquí se imparte la licenciatura en Órtesis y Prótesis, la única en su tipo en México, donde se forman profesionales capacitados no solo en la fabricación de dispositivos, sino también en la atención personalizada y empática hacia cada paciente.
INGENIERÍA APLICADA A LA REHABILITACIÓN
El proceso de fabricación ha evolucionado significativamente. Si antes se iniciaba con moldes de yeso, hoy se utilizan escáneres digitales, modelos tridimensionales y cortes de alta precisión. Juan David Orozco explica que ahora es posible fresar moldes en espuma de poliuretano, lo que mejora la exactitud y eficiencia del proceso.
El área de manufactura avanzada está bajo la supervisión del ingeniero Azael Xolalpa, quien, aunque no trabaja directamente con pacientes, es responsable del diseño y producción de componentes clave. Entre impresoras 3D y maquinaria industrial, se elaboran piezas que serán fundamentales en la recuperación física y emocional de los usuarios.
En la Unidad de Órtesis y Prótesis de la UNAM, la fabricación de componentes parte de bloques sólidos de material, que son moldeados con precisión hasta obtener piezas que se ajustan perfectamente al cuerpo humano.
Algunas de estas piezas pueden parecer similares a componentes comerciales, como una llave inglesa, pero son diseñadas y producidas desde cero dentro de la propia unidad.
Aunque muchos insumos aún se importan, la capacidad de manufactura local permite reducir costos y tiempos de espera, además de ofrecer un alto grado de personalización para cada paciente.
ATENCIÓN INTEGRAL: MÁS ALLÁ DE LO FÍSICO
El modelo de atención en esta unidad es multidisciplinario. Cada usuario es evaluado desde distintas áreas: fisioterapia, medicina, biomecánica, nutrición, psicología y trabajo social. El objetivo no es solo restaurar la función física, sino también acompañar al paciente en la reconstrucción de su identidad y bienestar integral.
La fisioterapia juega un papel clave en el proceso de adaptación, mediante ejercicios que fortalecen el cuerpo, mejoran el equilibrio y enseñan al usuario a moverse con su nueva prótesis. Por su parte, la nutrición contribuye a la salud del muñón, acelera la cicatrización y fortalece la musculatura, especialmente en personas con enfermedades crónicas.
LA DIMENSIÓN EMOCIONAL DE LA REHABILITACIÓN
En la Unidad de Órtesis y Prótesis de la UNAM, la atención psicológica es un componente esencial del proceso de recuperación.
Mientras la tecnología y la fisioterapia se enfocan en el cuerpo, la psicología aborda aspectos más profundos: ayuda a los pacientes a aceptar la pérdida de una extremidad, reconstruir su imagen corporal y encontrar un nuevo sentido de identidad tras el trauma.
EL COSTO DE UNA PRÓTESIS: ACCESIBILIDAD CON PROPÓSITO
La accesibilidad económica también forma parte del modelo integral de esta unidad. Mariela Rosas Salinas, jefa administrativa, coordina todo lo relacionado con presupuestos y compras, desde componentes especializados como rodillas hidráulicas hasta insumos básicos para el laboratorio.
Todos los pacientes, ya sea que acudan por fisioterapia, una órtesis o una prótesis, pasan por su oficina. Su objetivo es garantizar que el proceso sea funcional y asequible.
En esta unidad no se cobra por mano de obra ni por el uso de las instalaciones; los usuarios solo cubren el costo de los materiales necesarios para su dispositivo.
El modelo es autosustentable: los pagos de los pacientes se destinan directamente a la adquisición de los componentes específicos que requiere cada caso. Mariela gestiona cotizaciones con proveedores autorizados, verifica existencias y ajusta los pedidos para evitar gastos innecesarios.
Aunque muchas piezas aún se importan, algunos proveedores ofrecen descuentos o facilidades de pago. En casos especiales, cuando hay apoyo institucional o gubernamental, los pacientes pueden cubrir el costo en plazos de hasta tres meses. Durante ese tiempo, tienen acceso a fisioterapia y al resto de los servicios del protocolo de atención.
EL ALTA DE UN PACIENTE
Cuando el paciente ya puede caminar sin muletas, cuando mantiene el equilibrio por sí solo, cuando ya no necesita apoyos externos más que su nueva prótesis, entonces puede llevársela a casa. Pero incluso en ese punto, Juan David Orozco no lo suelta del todo.
Seguimos monitoreando su caso. Si no hubo un cambio en el volumen del muñón, si todo va bien, entonces sí: se fabrica el socket definitivo y se ensambla la prótesis completa", explica.
El dispositivo final suele tener un recubrimiento de fibra de carbono: resistente, ligero y hecho a medida. A partir de ahí, se inicia la vida con la prótesis, ahora no sólo en sesiones de terapia, sino en la rutina diaria: caminar por la casa, salir al mercado, regresar al trabajo.
Para Juan David, cada vez que un paciente se va caminando es también una forma de aprender, una lección de vida.
A veces nosotros nos ahogamos en un vaso de agua con nuestras preocupaciones. Y luego ves a un paciente que se levanta cada día, que vuelve a empezar, y te das cuenta de lo mucho que te enseñan", destaca.
En este lugar —donde se escanean muñones, se tallan moldes con robots y se firman órdenes de compra— también se celebran pequeños milagros:
Una adulta mayor que vuelve a caminar sin ayuda, un hombre que dejó las muletas para volver a caminar sin apoyo o la de un niño que irá a la secundaria por primera vez con una mano nueva.
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