Reinventándose por el arte; artista mexicana crea cubrebocas bordados

“Bordé –dice- los primeros cubre bocas con frases para tomar conciencia de que el mundo merece ser tratado con respeto, pues no hay otro a donde ir”. Los cubrebocas paradójicamente se convirtieron en un espacio para la comunicación. En varias partes del mundo floreció la imaginación y con Elena alcanzó un grado excepcional.

Así, fue invitada por fiberartsfever art textile en Francia, una iniciativa que preside la artista Paty Vilo, para participar en una convocatoria internacional. Como reconocimiento a su trabajo quedó seleccionada con seis obras que “como siempre, son carácter social, de denuncia y reflexión”, explica.

También fue invitada para participar con una sola obra en la muestra “Barbijos Intervenidos”, organizado por el Centro Argentino de Arte Textil. Todo esto fue posible, refiere, gracias a la artista textil y promotora Silke. Los barbijos son el nombre que en Sudamérica dan a los cubrebocas.

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BORDAR LA ESPERANZA

Habla la artista cuya obra ha recorrido importantes galerías pero que se mantiene arraigada en las comunidades rurales y urbanas marginadas: 

“Dicen que nos reinventamos y adecuamos al momento presente. Sin duda son tiempos muy inciertos, aunque la vida lo es; ahora el mundo globalmente sufre y parece ser amenazado por esta enfermedad llamada COVID19”.

“Comencé haciendo cubrebocas por una petición, posteriormente los hago de otras formas anatómicamente más cómodos y que las fibras sean triples como pide la Organización Mundial de la Salud”. 

“Como dibujante que soy, dibujo al hilo escenas cotidianas, desde sentido del humor, hasta reflexiones. Todos son obras, documentos de esto que nos envuelve en una realidad difícil”

“Pienso, cuando bordo y dibujo al hilo un cubrebocas, que estoy ayudando a proteger al otro, a cuidar su salud y esto me hace muy feliz”.