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Intoxicación por metanol en Brasil
DAÑOS IRREPARABLES
Rdahanari Domingos, una mujer brasileña de 43 años, perdió la vista de forma irreversible tras consumir una bebida alcohólica presuntamente adulterada con metanol en un bar de alto perfil en São Paulo, Brasil. El caso ha generado alarma entre autoridades sanitarias y reabre el debate sobre la regulación de bebidas en establecimientos nocturnos.
De acuerdo con el informe médico del Hospital das Clínicas, el nivel de metanol en la orina de la paciente alcanzó los 415,90 mg/l, cuando concentraciones superiores a 100 mg/l pueden provocar coma profundo, daño cerebral e incluso la muerte, según advirtieron los especialistas que la atendieron.
El metanol es un alcohol industrial utilizado en productos como anticongelantes, solventes y combustibles. Su ingestión, incluso en pequeñas cantidades, puede causar intoxicación severa. A diferencia del etanol (el alcohol apto para consumo humano), el metanol es altamente tóxico y puede provocar ceguera, insuficiencia renal, daño neurológico y muerte.
En este caso, los médicos confirmaron que la pérdida de visión de Rdahanari fue causada por neuropatía óptica tóxica, una condición irreversible provocada por la exposición al metanol.
- La Policía Civil de São Paulo abrió una investigación para determinar el origen de la bebida consumida por la víctima y si el establecimiento incurrió en negligencia o adulteración. El bar, cuyo nombre no ha sido revelado por las autoridades, se encuentra en una zona exclusiva de la ciudad y es frecuentado por turistas y residentes de alto poder adquisitivo.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) también fue notificada y podría intervenir para revisar los protocolos de control de calidad en bares y restaurantes. El Ministerio Público evalúa si existen elementos para imputar cargos por lesiones graves o tentativa de homicidio.
El caso ha generado indignación en redes sociales y entre organizaciones de consumidores. Expertos en toxicología y salud pública han advertido sobre el riesgo de bebidas adulteradas, especialmente en contextos de ocio nocturno donde el control sanitario puede ser más laxo.
Brasil ha registrado casos previos de intoxicación por metanol, aunque la mayoría están vinculados a bebidas artesanales o clandestinas. La diferencia en este caso es que ocurrió en un establecimiento formal, lo que podría derivar en sanciones ejemplares.

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