El regreso de Kosmos 482

EL REGRESO

La sonda Kosmos 482, lanzada por la Unión Soviética en 1972, está a punto de reingresar a la atmósfera terrestre después de más de 50 años en órbita.

Originalmente diseñada para aterrizar en Venus, la misión fracasó debido a un fallo en su trayectoria, dejando el módulo atrapado en una órbita elíptica alrededor de la Tierra. Ahora, los expertos han confirmado que su descenso es inminente y podría ocurrir entre el 9 y el 11 de mayo de 2025.

Kosmos 482 fue parte del ambicioso programa soviético para explorar Venus, junto con su nave gemela Venera 8, que sí logró aterrizar en el planeta y transmitir datos durante 50 minutos.

Sin embargo, Kosmos 482 sufrió un fallo en la cuarta etapa de su cohete, lo que impidió que alcanzara su destino y la dejó varada en la órbita terrestre.

Desde entonces, la sonda ha estado orbitando la Tierra en una trayectoria cada vez más decadente. Su estructura, diseñada para soportar las extremas condiciones de la atmósfera de Venus, podría permitirle sobrevivir al reingreso y alcanzar la superficie terrestre sin desintegrarse por completo.

• Los cálculos actuales indican que la reentrada de Kosmos 482 ocurrirá entre el 9 y el 11 de mayo, con una mayor probabilidad el 10 de mayo. Sin embargo, el lugar exacto del impacto sigue siendo incierto. Se estima que podría caer en cualquier punto dentro de una franja que va desde los 52° de latitud norte hasta los 52° de latitud sur, lo que abarca una gran parte de la superficie terrestre.

A pesar de la incertidumbre, los expertos aseguran que el riesgo para la población es bajo, ya que la mayor parte del planeta está cubierta por océanos y zonas deshabitadas.

El regreso de Kosmos 482 es un recordatorio de los desafíos de la exploración espacial y la gestión de desechos orbitales. Aunque la sonda no representa una amenaza significativa, su reentrada destaca la necesidad de monitorear los objetos en órbita y desarrollar estrategias para evitar que fragmentos de misiones fallidas representen riesgos en el futuro.

Este evento también genera interés en la comunidad científica, ya que permitirá analizar cómo un módulo diseñado para aterrizar en Venus sobrevive al reingreso en la atmósfera terrestre.