Exempleado ruso condenado a 12 años por traición a EEUU

CONDENADO A 12 AÑOS POR TRAICIÓN

El Tribunal Urbano de Moscú sentenció este viernes a 12 años de prisión en máxima seguridad a Arseni Konoválov, ex empleado del Ministerio de Exteriores ruso nacido en 1987, por alta traición al entregar información clasificada a la inteligencia estadounidense durante un viaje de negocios prolongado en ese país.

Konoválov, detenido por el Servicio Federal de Seguridad (FSB) en marzo de 2024, también deberá pagar una multa de 100 mil rublos –equivalentes a unos 22 mil 700 pesos mexicanos–, según un comunicado oficial del FSB citado por agencias rusas.

• El FSB detalló que el acusado recibió "compensación monetaria" a cambio de los datos sensibles, en un caso que refleja la escalada de condenas por espionaje en Rusia desde la invasión a Ucrania en 2022. 

Analistas registran un récord de 224 sentencias por traición y espionaje en la primera mitad de 2025 —casi dos diarias—, superando las 167 de todo 2023, con penas que ahora incluyen cadena perpetua bajo reformas promulgadas por Vladimir Putin.

CONTEXTO DE REPRESIÓN INTERNA Y TENSIONES CON OCCIDENTE

Konoválov trabajaba en diplomacia cuando ocurrió el incidente, un patrón común en los 774 casos procesados desde la guerra: el 76% por traición estatal, combinados frecuentemente con terrorismo. Juicios cada vez más secretos ocultan el 60% de nombres acusados, extendiéndose a regiones remotas como Kamchatka y Yakutia.

Esta condena se suma a arrestos de ciudadanos con doble nacionalidad y civiles contactados por partisanos ucranianos, en un clima donde Moscú ve traidores en cualquier filtración a Washington amid sanciones y apoyo occidental a Kiev.

• El veredicto subraya la paranoia de seguridad rusa: penas endurecidas de 20 años a perpetua para traición, con tratamiento médico forzado en casos recientes. 

Expertos prevén más de 500 condenas por traición en 2025, reflejando control interno mientras la guerra estanca fronteras. EE.UU. no comenta casos específicos, pero niega reclutamiento coercitivo, atribuyendo fugas a descontento con el régimen Putin.