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25/12/202501:00 p.m.Autor: RedacciónFuente: Agencias

Festividades únicas, navidad en Filipinas


Las festividades navideñas en Filipinas se extienden desde septiembre hasta enero, integrando tradiciones religiosas, gastronomía y reuniones familiares.

EL PAÍS DONDE LA NAVIDAD SE VIVE DURANTE MÁS TIEMPO

Filipinas es reconocida por celebrar la Navidad más prolongada del planeta. En este país asiático, las festividades comienzan desde septiembre y se extienden hasta enero, integrando fe religiosa, gastronomía tradicional y reuniones familiares que fortalecen su identidad cultural.

Esta particular forma de vivir la Navidad no tiene comparación en otros lugares del mundo. Durante varios meses, el país se llena de celebraciones tanto públicas como privadas, donde la religión, la historia y el valor de la familia juegan un papel fundamental.

UN FESTEJO QUE INICIA ANTES DE LO HABITUAL

Con la llegada de septiembre y el fin del verano, los primeros adornos navideños comienzan a aparecer en casas, calles y centros comerciales, incluso mientras las lluvias siguen presentes en Manila.

Para muchos filipinos, como Vía Arboleda, publicista de 27 años, comenzar temprano es parte esencial de la tradición.

"Mientras más grande sea la celebración, mejor", comentó a CNN Travel.

Los centros comerciales, considerados espacios clave de la vida urbana, se transforman en escenarios llenos de luces y decoraciones llamativas.

Esta exuberancia se describe con la palabra local bongga, que hace referencia a algo vistoso y extravagante. A diferencia de otros países, el clima sigue siendo tropical: en diciembre, las temperaturas rondan los 28 grados centígrados, descartando cualquier imagen de Navidad invernal.

REENCUENTROS QUE CRUZAN FRONTERAS

Durante estos meses, las familias comienzan a organizar reuniones, comidas compartidas e incluso vestimenta especial para la ocasión. Estos encuentros tienen un valor emocional profundo, ya que cerca del 10 % de la población trabajadora filipina reside en el extranjero.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, las remesas que envían representan alrededor del 9 % del Producto Interno Bruto del país.

"Hay familiares que solo regresan a casa una vez al año por Navidad, y otros que lo hacen después de muchos años", explicó Arboleda. "Por eso nos preparamos para celebrar a lo grande".

SABORES, MÚSICA Y ALEGRÍA COLECTIVA

La gastronomía es parte central de la temporada. Platillos tradicionales como la caldereta —un estofado de carne con verduras— y los espaguetis filipinos, caracterizados por su salsa dulce y salchichas, son infaltables en las mesas navideñas.

El karaoke también ocupa un lugar especial en las celebraciones. Cantar es una actividad que une a todas las generaciones, desde los adultos hasta los niños, quienes suelen recibir dinero como recompensa.

La música navideña suena en todos los espacios públicos, destacando canciones locales como Christmas in Our Hearts, que se vuelve tan recurrente como los clásicos internacionales.

Las festividades también se trasladan a espacios abiertos. Distritos como Bonifacio Global City ofrecen espectáculos de fuegos artificiales, mientras que centros comerciales compiten con árboles temáticos y decoraciones inspiradas en marcas, colores del año y producciones cinematográficas.

El SM Mall of Asia, uno de los más grandes del país, convierte la Navidad en una experiencia visual comparable con un parque temático, según describió Michelle Neri, analista tecnológica originaria de Manila.

UNA CELEBRACIÓN MARCADA POR LA FE

La prolongada Navidad filipina tiene raíces profundas en el cristianismo. De acuerdo con el censo de 2020, cerca del 80 % de la población se identifica como católica.

Las iglesias se llenan durante las celebraciones religiosas de finales de diciembre y principios de enero, especialmente con la tradición del Simbang Gabi, una serie de nueve misas que inician el 16 de diciembre antes del amanecer.

Al concluir estas ceremonias, es común disfrutar de antojitos típicos como la bibingka y el puto bumbong, postres elaborados con arroz y coco que forman parte esencial del ritual navideño.

Para muchos filipinos, la Navidad es una mezcla de espiritualidad y convivencia. "Nos gusta celebrarlo todo".

Expresó Neri. "Somos personas que disfrutan la vida y la felicidad compartida".


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