¿Fin del conflicto o pausa?

TREGUA FRÁGIL EN MEDIO ORIENTE.

• Una tensa y precaria tregua entre Israel e Irán seguía vigente la noche de ayer, tras un día marcado por la intervención del presidente estadounidense Donald Trump, quien, visiblemente molesto, contactó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para disuadirlo de lanzar un ataque contra la República Islámica.

Esto ocurrió luego de que ambos países se acusaran mutuamente de romper el cese al fuego.

En un mensaje televisado, Netanyahu proclamó una victoria histórica y afirmó que Israel había logrado frenar el programa nuclear iraní.

No obstante, persistía la incertidumbre sobre si el sitio nuclear de Fordo, ubicado en una instalación subterránea de gran profundidad, había sido destruido. Mientras tanto, el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, anunció el fin del conflicto de 12 días iniciado por Israel.

• Por su parte, el gobierno israelí comunicó que aceptaba la propuesta de Estados Unidos para establecer un alto al fuego bilateral con Teherán, asegurando que todos sus objetivos militares habían sido alcanzados. También agradeció a Trump por su respaldo en defensa, aunque advirtió que responderán con firmeza ante cualquier violación de la tregua.

El jefe del Estado Mayor israelí, Eyal Zamir, enfatizó que, aunque se ha cerrado un capítulo relevante, la confrontación con Irán aún no ha terminado, e instó a sus tropas a mantenerse alertas.

Desde Teherán, Pezeshkian reiteró que su gobierno está dispuesto a respetar el alto al fuego mientras Israel no lo infrinja. Asimismo, expresó su apertura a reanudar negociaciones con Washington sobre el programa nuclear iraní.

Insistió en que Irán no tiene intención de desarrollar armas nucleares, pero defenderá su derecho al uso pacífico de la energía nuclear.

En otro frente, Reza Pahlavi, hijo del depuesto sha de Irán, afirmó que el régimen islámico se encuentra cerca de su fin.

Comparó la situación actual del país con la caída del Muro de Berlín e hizo un llamado al pueblo y a las fuerzas de seguridad para que derroquen al gobierno del ayatollah Ali Jamenei, quien ha liderado la nación bajo preceptos religiosos desde 1986.