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07/05/202503:00 p.m.Autor: Agencias Fuente: Agencias

Inicia la búsqueda del sucesor.


Inició el cónclave en la Capilla Sixtina con 133 cardenales incomunicados del mundo exterior, quienes buscarán elegir al nuevo papa bajo estrictas reglas de secreto, en un proceso sin favoritos claros y marcado por tensiones entre sectores progresistas y conservadores de la Iglesia.

"TODOS FUERA"

  • Con el tradicional llamado en latín extra omnes —que indica que todos deben salir—, los cardenales se encerraron este miércoles en la Capilla Sixtina para iniciar el cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco, en un proceso sin un favorito claro.

Un total de 133 cardenales, conocidos como "príncipes de la Iglesia", quedaron completamente incomunicados, sin acceso a internet, teléfonos, televisión ni medios de comunicación, hasta elegir al nuevo líder del Vaticano.

Aunque está prevista una primera votación por la tarde, no se espera que de ella surja ya la "fumata blanca" que anuncia al nuevo pontífice.

Mientras tanto, la atención de los fieles se concentra en la chimenea de la Capilla Sixtina, de donde saldrá humo indicando el resultado de las votaciones. En la Plaza de San Pedro, miles de fieles y turistas ya observaban el pequeño conducto desde el cual se emitirá el tradicional humo.

"Venimos a ver la fumata", comentó Gabriela Sanz, una turista argentina de 48 años. 

"Ya tuvimos un papa argentino, algo único en la historia. Ver la fumata sería emocionante, incluso si no es blanca".

JURAMENTO Y TRADICIÓN

  • El cierre de las puertas por parte del maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, monseñor Diego Ravelli, fue seguido por un aplauso en la plaza. Previamente, los cardenales habían jurado guardar secreto sobre todo el proceso y comprometerse a asumir el papado si fueran elegidos, apelando a la "disposición divina".

Vestidos con el tradicional hábito coral rojo, símbolo del sacrificio de Cristo, hicieron primero un juramento conjunto y luego uno por uno, colocando su mano sobre el Evangelio.

El cardenal más veterano, el italiano Pietro Parolin, encabezó la invocación al Espíritu Santo con la oración latina Veni, Creator Spiritus.

Se espera que la elección requiera varias votaciones y negociaciones. En la Capilla Sixtina, dispuesta con largas mesas cubiertas con manteles marrones y rojos, cada cardenal vota escribiendo el nombre de su elegido en una papeleta, que luego deposita en una urna frente al fresco del Juicio Final.

Las papeletas se queman tras cada votación: si el humo es negro, no hubo consenso; si es blanco, hay un nuevo papa.

TENSIONES INTERNAS

Si ningún candidato alcanza este miércoles los dos tercios necesarios —al menos 89 votos—, las votaciones continuarán a razón de cuatro por día: dos en la mañana y dos por la tarde.

Durante una misa previa, el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, hizo un llamado a preservar la unidad de la Iglesia, advirtiendo sobre los tiempos difíciles que enfrentará el futuro pontífice, líder espiritual de 1,400 millones de católicos.

En la Capilla Sixtina no se permite el debate, por lo que los acuerdos se buscarán durante las comidas o encuentros en otros espacios vaticanos como la residencia de Santa Marta, donde los cardenales también permanecerán aislados.

Los cónclaves que eligieron a Benedicto XVI y a Francisco duraron dos días; se espera que este dure entre dos y cinco días. Todos los participantes están obligados a mantener en secreto los detalles del proceso.

El papa Francisco nombró al 80 % de los cardenales que hoy eligen a su sucesor, haciendo de este el cónclave más grande y diverso geográficamente, con representantes de alrededor de 70 países.

Entre los favoritos figura Pietro Parolin, quien fue secretario de Estado de Francisco durante 12 años. Otros nombres que suenan en los medios son Pierbattista Pizzaballa (Italia), Peter Erdo (Hungría), Malcolm Ranjith (Sri Lanka) y Ángel Fernández Artime (España).



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