Manifestación en Tel Aviv por secuestrados tras ataque de Hamas en Israel

SEGUIRÁN LOS ATAQUES A GAZA

Al cumplirse dos años del ataque de Hamas al sur de Israel, se llevaron a cabo diversas ceremonias no oficiales en todo el país. Una de las más destacadas fue una manifestación en Tel Aviv, donde unas 30 mil personas exigieron el regreso de los secuestrados por el grupo islamista.

Durante estos actos, el primer ministro Benjamin Netanyahu reiteró que su gobierno continuará con sus operaciones en la Franja de Gaza, a pesar de haber aceptado el plan del presidente estadounidense Donald Trump para poner fin al conflicto.

"Buscamos sanar, no vengarnos", declaró Galit Dan, madre de Noya Dan, una niña de 13 años que fue asesinada junto a su abuela, Carmela Dan, durante el asalto al kibutz Nir Oz.

• Según The Times of Israel, Dan llamó a superar el odio y recuperar la humanidad, la esperanza y los valores que inspiraron a sus antepasados a establecerse en Israel, palabras que fueron recibidas con vítores por la multitud reunida en la Plaza de los Secuestrados.

El presidente israelí, Isaac Herzog, describió el 7 de octubre de 2023 como "el día en que el alma de Israel fue quebrantada por la brutalidad de los terroristas de Hamas contra civiles inocentes".

Sin embargo, resaltó que de esa tragedia también surgió el coraje de los soldados israelíes. Agradeció además al presidente Trump por sus esfuerzos para lograr la liberación de los rehenes y promover la paz en la región.

Por su parte, Netanyahu reafirmó los objetivos de su gobierno en Gaza: recuperar a los rehenes, eliminar al régimen de Hamas y evitar que la Franja vuelva a representar una amenaza para Israel.

"Seguiremos firmes y, con la ayuda de Dios, saldremos victoriosos", declaró, advirtiendo también sobre posibles ataques severos contra quienes intenten agredir a Israel.

Mientras tanto, las familias de los cautivos exigieron explicaciones tras una entrevista en la que Netanyahu declaró erróneamente que hay 46 rehenes en Gaza, cuando en realidad son 48. Estas declaraciones se suman a otras controversias previas, como su afirmación en agosto de que solo quedaban 20 rehenes, cuando el número era mayor.

"Para nosotros y para todo Israel, que ha salido a las calles cada semana durante dos años, cada uno de los 48 secuestrados es un mundo entero", expresaron los familiares, insistiendo en que todos deben regresar: los vivos para su recuperación y los fallecidos para recibir sepultura en su tierra.