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Nueva estrategia contra la obesidad
EN CONTRA DE LA OBESIDAD
Un grupo de científicos, con participación destacada del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona, ha identificado en modelos animales un mecanismo que podría ayudar a tratar la obesidad sin necesidad de disminuir el consumo de comida.
- El hallazgo se basa en la activación de la grasa parda, un tipo de tejido especializado en generar calor y quemar energía.
El estudio, publicado en Nature Communications, destaca el papel de la proteína neuritina 1, conocida por su vínculo con el sistema nervioso, pero que también se produce en la grasa parda.
Al aumentar sus niveles en este tejido, los investigadores observaron un incremento en el gasto energético, lo que evitó la acumulación de grasa en los animales.
A diferencia de tratamientos actuales que suprimen el apetito, la neuritina 1 potencia la termogénesis: un proceso que convierte calorías en calor corporal, especialmente en respuesta al frío.
- Para lograrlo, se utilizó un vector viral que elevó la expresión de esta proteína en células grasas termogénicas, sin alterar el apetito ni la actividad física de los animales.
Los efectos fueron notables: menor ganancia de peso, mejor respuesta a la insulina y reducción de la inflamación hepática, incluso en animales con dietas hipercalóricas. Esto posiciona a la neuritina 1 como una posible alternativa terapéutica frente a la obesidad, la diabetes tipo 2 y el hígado graso.
Además, estudios genéticos en humanos sugieren una relación entre esta proteína y la predisposición a la obesidad, lo que refuerza su potencial relevancia clínica.
Aunque los resultados son sólidos, los expertos advierten que se trata de investigaciones en modelos animales. En humanos, el tejido adiposo pardo es menos abundante y tiende a inactivarse con la edad o en condiciones como la obesidad.
- Por ello, será necesario estudiar cómo se regula la neuritina 1 en personas y si puede replicar los mismos efectos.
Dado que esta proteína tiene una estructura compleja, su uso directo como fármaco sería difícil. La estrategia futura podría centrarse en diseñar compuestos que imiten su acción en las células grasas.
- Investigadores como Jonatan R. Ruiz, de la Universidad de Granada, coinciden en que este avance abre nuevas posibilidades para abordar enfermedades metabólicas. Aunque aún queda camino por recorrer, el estudio marca un hito en la búsqueda de tratamientos que activen la grasa parda y mejoren el metabolismo sin recurrir a dietas restrictivas.

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