Colapso total de red eléctrica en Cuba

IMPLEMENTACIÓN DE NUEVO PLAN

Cuba enfrenta nuevamente una crisis energética tras el colapso total de su red eléctrica nacional, ocurrido el miércoles 10 de septiembre a las 9:14 a.m. hora local.

El apagón, el quinto en menos de un año, dejó sin electricidad a más de 9.7 millones de personas en toda la isla y evidenció la fragilidad estructural del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).

La causa principal fue la salida inesperada de la central termoeléctrica Antonio Guiteras, ubicada en Matanzas, la mayor generadora del país. Aunque el gobierno cubano asegura que el sistema ya está en proceso de recuperación, el restablecimiento ha sido lento, desigual y sujeto a constantes reveses.

Según el Ministerio de Energía y Minas, se han creado microsistemas eléctricos en torno a hospitales, plantas de bombeo y zonas estratégicas, con el objetivo de garantizar servicios vitales mientras se reconecta gradualmente la red nacional.

A las 24 horas del apagón, se reportaba una generación de aproximadamente 1000 megavatios, lo que representa menos del 40% de la demanda habitual en temporada cálida. En La Habana, cerca del 80% de los hogares contaban ya con electricidad, aunque algunos barrios periféricos seguían sin servicio.

La red eléctrica cubana opera con centrales térmicas obsoletas, motores de generación deteriorados y una infraestructura de transmisión vulnerable. A esto se suma la escasez de combustible, la disminución de importaciones de petróleo desde Venezuela, Rusia y México, y el impacto de fenómenos naturales como huracanes.

El gobierno ha anunciado un plan conjunto con China para instalar 1000 MW de energía solar este año y otros 1000 MW posteriormente, como parte de una estrategia de transición energética.

• El primer ministro Manuel Marrero aseguró que "varias unidades generadoras ya se encuentran funcionando, en proceso de arranque o energizadas" y que se trabaja "sin descanso y con mucho compromiso". Sin embargo, en redes sociales y medios independientes, ciudadanos expresaron frustración por la falta de información clara y la persistencia de apagones diarios de hasta 16 horas en algunas provincias.

"La situación es muy difícil. Los que más sufren son los niños, las madres y los abuelos", comentó Thalía Martínez, ama de casa en La Habana.