Reo evita morir por inyección letal gracias a celebridades
Noviembre 20, 2021 - 08:40 p.m.
El gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, emitió eljueves una orden ejecutiva por la que se conmuta la pena de muerte por la perpetua
Su nombre podría haberse convertido en una estadística más en los registros de pena de muerte en Estados Unidos, pero Julius Jones, un reo de raza negra acusado de homicidio, no fue ejecutado en el estado de Oklahoma y su condena fue conmutada in extremis por cadena perpetua.
El gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, emitió el jueves una orden ejecutiva por la que se conmuta la pena de muerte por la perpetua, aunque vetó la posibilidad de que logre la libertad condicional ni de que se le conceda ningún otro perdón o beneficio de este tipo.
Jones, ahora de 41 años, fue arrestado a sus 19 años por el asesinato a tiros, el 28 de julio de 1999, del empresario Paul Howell, durante el robo de un vehículo en Edmond, una población vecina a Oklahoma City.
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El joven, entonces beneficiario de una beca de la Universidad de Oklahoma, fue acusado y condenado a la pena capital, lo que lo ha mantenido durante más de dos décadas en el corredor de la muerte.
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El caso de Jones logró notoriedad en Estados Unidos gracias a ‘The Last Defense’, una serie emitida por la cadena ABC que buscaba sacar a la luz las fallas en la justicia estadounidense y contó entre sus productores con la actriz Viola Davis.
A lo largo de tres capítulos emitidos en julio de 2018, se narró la historia de Jones, quien lleva años insistiendo en su inocencia.
‘Justice For Julius’ se convirtió en una causa que abrazaron familiares y activistas que han cuestionado el proceso contra Jones.
Entre las objeciones descritas por su defensa en la petición de indulto y en la plataforma Change.org destacan, entre otras, que existen testigos presenciales que señalan que Jones se encontraba en la casa de sus padres, es decir, a “millas de distancia” del lugar en el momento del asesinato.
Además, indican que otro acusado por el asesinato, Christopher Jordan, presuntamente “admitió estar involucrado en el delito” y ahora está en libertad tras pasar quince años en la cárcel.
Otro de los alegatos de quienes respaldan a Jones es que al menos un miembro del jurado tenía “prejuicios raciales” y que sus abogados defensores “inexpertos, con exceso de trabajo” y “escasos recursos”.
