Rusia agradece apoyo de tropas norcoreanas.

SE EXTIENDE EL AGRADECIMIENTO A COREA DEL NORTE

• El presidente de Rusia, Vladímir Putin, expresó su agradecimiento a las tropas norcoreanas por su colaboración en los combates contra las fuerzas ucranianas en la región de Kursk.

A través de un comunicado emitido por el Kremlin este lunes por la mañana, Putin destacó el valor, la preparación táctica y el compromiso de los soldados norcoreanos, quienes —según dijo— lucharon junto a los rusos “defendiendo nuestra patria como si fuera la suya”.

Estas declaraciones se dieron poco después de que Corea del Norte confirmara oficialmente el envío de tropas a Rusia para participar en el conflicto con Ucrania. Moscú reconoció por primera vez dicha participación el sábado, asegurando que sus fuerzas, junto a las norcoreanas, recuperaron completamente la región de Kursk, aunque Kiev lo desmintió.

Según agencias de inteligencia de Estados Unidos, Corea del Sur y Ucrania, entre 10 mil y 12 mil soldados norcoreanos fueron enviados al territorio ruso el pasado otoño, en lo que sería su primera intervención militar directa desde la Guerra de Corea (1950-1953).

El despliegue confirmó Pyongyang, forma parte de un acuerdo de defensa mutua firmado entre Kim Jong-Un y Putin en junio de 2024, el cual establece que ambas naciones deben brindar asistencia militar inmediata en caso de agresión contra cualquiera de ellas.

Según el comunicado, Kim dijo que el despliegue tenía como objetivo “aniquilar a los ocupantes neonazis ucranios y liberar dicha región en colaboración con las fuerzas armadas rusas”.

“Todos ellos, que lucharon por la justicia, son héroes y representantes del honor de la patria", añadió Kim.

Kim Jong-un, anunció que en Pyongyang se construirá un monumento para honrar las acciones de combate de las tropas norcoreanas y que se rendirá homenaje a los soldados caídos colocando flores en sus tumbas. Además, enfatizó la necesidad de priorizar la atención y el bienestar de las familias de quienes participaron en el conflicto.

Aunque el comunicado oficial no detalló la cantidad exacta de efectivos desplegados ni de bajas, el ejército surcoreano estimó recientemente que cerca de 4,000 soldados norcoreanos habrían muerto o resultado heridos en combate. También indicó que aproximadamente 3,000 refuerzos fueron enviados a principios de este año para suplir esas pérdidas.

Pese a su disciplina y preparación, expertos afirman que las tropas norcoreanas han sido vulnerables a los ataques con drones y artillería debido a su falta de experiencia en guerra moderna y desconocimiento del terreno.

No obstante, autoridades militares ucranianas reconocen que estos combatientes han adquirido experiencia valiosa y que han sido un elemento clave en la estrategia rusa para ejercer presión numérica en la batalla por Kursk.

Por su parte, el Ministerio de Unificación de Corea del Sur pidió este lunes el retiro inmediato de las fuerzas norcoreanas en Rusia, argumentando que su participación en la invasión representa una seria amenaza a la seguridad global.

El portavoz Koo Byoungsam calificó el envío de tropas como “un acto inhumano”, criticando al gobierno de Pyongyang por poner en peligro a jóvenes soldados.

El sábado, durante una reunión en el Kremlin, el jefe del Estado Mayor ruso, Valery Gerasimov, informó a Putin sobre la supuesta recuperación total de la región de Kursk. Afirmó que las tropas norcoreanas demostraron coraje y gran profesionalismo en el combate conjunto contra las fuerzas ucranianas.

No obstante, el Estado Mayor de Ucrania desmintió esa versión, asegurando que las operaciones defensivas aún continúan en partes de la región. En caso de confirmarse, el control ruso sobre Kursk representaría una pérdida significativa para Ucrania, que podría ver afectada su posición en las negociaciones de paz respaldadas por Estados Unidos.

En ese contexto, los presidentes Donald Trump y Volodímir Zelenski se reunieron el sábado en el Vaticano, tras asistir al funeral del papa Francisco, para dialogar sobre un posible alto el fuego.

Aunque Trump manifestó inicialmente optimismo sobre abrir un canal de negociación de alto nivel entre ambas partes, más tarde expresó dudas sobre la voluntad de Putin para finalizar el conflicto.