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Tensión diplomática
LA AYUDA
La Embajada de Rusia en México ha expresado su desacuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por el apoyo brindado a un soldado ucraniano, a quien se le proporcionó una prótesis de fibra de carbono como parte de un programa de rehabilitación.
El militar, identificado como Sergey, sufrió una amputación parcial tras pisar una mina antipersonal, por lo que recibió atención médica en su país y se le habían colocado dos prótesis previas.
Sin embargo, debido a inconvenientes con una de ellas, se integró a un esquema de recuperación fisioterapéutica y protésica, que lo llevó hasta México para recibir apoyo especializado.
La entrega de la prótesis se llevó a cabo en la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Juriquilla, donde un equipo de expertos en fisioterapia, nutrición y biomecánica trabajó en su adaptación al nuevo dispositivo, mejorando su movilidad y calidad de vida.
- La embajada rusa cuestionó la intervención de la UNAM, señalando que la universidad parece aplicar sus principios humanitarios de manera selectiva. En su comunicado, hizo una comparación con el año 2014, cuando, según Rusia, Ucrania vivió un golpe de Estado que afectó a civiles rusos y no hubo una respuesta similar por parte de la comunidad internacional.
El pronunciamiento generó reacciones divididas, con algunos sectores defendiendo el respaldo de la UNAM al soldado bajo un enfoque humanitario, mientras que otros señalaron que la universidad podría estar tomando partido de manera indirecta en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Este episodio ha provocado un debate sobre la neutralidad de las instituciones educativas frente a conflictos internacionales. Mientras algunos académicos argumentan que la rehabilitación de una persona herida no debe politizarse, otros opinan que, al apoyar a un soldado activo, la UNAM podría estar entrando en una controversia diplomática involuntaria.
Hasta el momento, la universidad no ha emitido un pronunciamiento oficial en respuesta a la crítica de la embajada rusa. Sin embargo, el programa de apoyo protésico sigue vigente y ha beneficiado a diversas personas con necesidades de rehabilitación.
El caso pone en la mira la intervención de instituciones académicas en contextos de guerra y cómo su labor humanitaria puede interpretarse políticamente. Mientras Rusia cuestiona la decisión de la UNAM, la universidad mantiene su enfoque en la recuperación y bienestar de los beneficiarios de sus programas de rehabilitación.

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