Las amenazas de la era Trump 2.0

Ganó Trump, pero esta vez su triunfo es muy diferente al de 2018. En esta elección Trump obtuvo lo que se denomina en política estadounidense como "Trifecta gobernante", es decir, cuando el partido del presidente también domina el poder legislativo. O en palabras tabasqueñas, los republicanos pidieron un "6 de 6" y se llevaron "el carro completo". El Partido Republicano obtuvo entre 220 y 222 escaños en la Cámara de Representantes (con 218 tienen mayoría). Por su parte, en el Senado, ganaron 53 curules (con 50 tienen mayoría). Y no solo eso, Trump ganó también en el voto popular. Y por si fuera poco, la Suprema Corte esta vez tiene tendencia conservadora. Así que Trump presidirá los Estados Unidos de América con pocos contrapesos.

Trump será el primer presidente estadounidense en sentarse en la silla presidencial con 34 delitos en su contra y una alta concentración de poder, que solo encontrará oposición hasta 2026, cuando se celebren las elecciones legislativas de medio término ( Mid-term elections, en inglés ). El regreso de Trump supone también el retorno de la política de "Estados Unidos primero" ( America First, en inglés); una política nacionalista, proteccionista y aislacionista. Primero nacionalista, porque antepone los intereses de las industrias y del pueblo estadounidense, como punto principal de partida. Segundo proteccionista, porque considera que parte del desastre económico que viven las familias estadounidenses, se debe a que EE. UU. ha fallado en proteger a sus industrias y porque algunos tratados comerciales han sido desfavorables. Y tercero aislacionista, porque Trump favorece el unilateralismo y los asuntos internos, en contraposición del multilateralismo y los asuntos de política exterior.

Además, el estilo diplomático de Trump se caracteriza por ser explosivo, impulsivo, hostil y con un uso frecuente de la amenaza para establecer negociaciones. Con respecto a México, es posible esperar tres grandes amenazas, en estos temas: 1) comercio, 2) migración y 3) narcotráfico. En el primer tema, Trump ha amenazado con imponer un arancel del 25% a los productos mexicanos, si México no frena la migración. Una historia que ya se vivió en la crisis diplomática de mayo de 2019. Este tema será un punto importante cuando toque la revisión del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) en julio de 2026. Al respecto, conviene recordar que la negociación de este tratado coincidió con la primera presidencia de Trump y tuvo varios puntos de tensión, e incluso amenazas de cancelarlo, entre ellas las modificaciones al Tratado (en particular el capítulo 8), las reglas de origen del sector automotriz y en materia laboral, causó fricciones el tema de la inspección de agentes estadounidenses.

Sobre el tema de la migración, Trump ha "destapado" a Tom Homan para integrarse al gabinete con la tarea de encargarse de la frontera. Y Homan ya ha declarado a medios su intención de deportar familias enteras y de regresar a los arrestos de migrantes en centros laborales. Trump también nombró a Stephen Miller como subdirector de política de la Cas Blanca, quien es el ideólogo de la estrategia migratoria y la mente detrás de las deportaciones masivas de inmigrantes. Por lo que México debe esperar medidas fuertes en este tema y también es de esperarse el regreso del programa "Quédate en México".

El tema más "caliente" será el de la seguridad. Trump ha designado a Marco Rubio como secretario de Estado, el puesto equivalente a la Secretaría de Relaciones Exteriores en México. Y Rubio pertenece a ese grupo de republicanos que considera necesaria una intervención militar en México para combatir a los cárteles de la droga. Para ello, han insistido en reformar la legislación estadounidense con el objetivo de calificar a los "cárteles" como "grupos terroristas", para poder justificar desde sus leyes una posible intervención. Y como les conté líneas arriba, los republicanos tienen mayoría en ambas cámaras.

Eso con México ¿y con respecto al mundo? Ucrania vivirá una paz "forzada" desde EE. UU. como resultado de las negociaciones de paz entre Putin y el nuevo presidente Trump. Por el contrario, Netanyahu podrá estar feliz, ya que perdieron los demócratas y el triunfo de Trump podría traer consigo el regreso de Jared Kushner y David Friedman, dos personajes de la política estadounidense que tienen lazos con Israel y que son muy cercanos a Trump (Kushner es el yerno y Friedman ha sido el abogado de las bancarrotas de Trump). Paz forzada en Ucrania y un reacomodo en el Medio Oriente. Así se pronostica la era Trump 2.0.