2018: Ya llegaron ¿los rusos?

2018: Ya llegaron ¿los rusos?

2018: Ya llegaron ¿los rusos?

Raymundo Riva Palacio

Andrés Manuel López Obrador se convirtió en el primer político de envergadura que toca el tema de la posible intervención de agentes rusos en la campaña presidencial del próximo año. En un evento en San Luis Potosí señaló que la sucesión presidencial sólo compete a los mexicanos y que estaría pendiente y, en dado el caso, denunciar si algún gobierno extranjero pretende inmiscuirse en los asuntos nacionales. No hay mucho de donde asirse en sus declaraciones, pero lo relevante es que ya entró a un tema que para la mayoría de los mexicanos, políticos o sociedad, parece un tema lejano, paranoico y del cual México está blindado. No hay ninguna indicación de que esto sea cierto.

La información oficial que se tiene sobre el tema de los hackers se refiere únicamente a los ataques cibernéticos conocidos como DOS, que significa Ataque de Negación de Servicio, que es cuando mediante la solicitud masiva para el acceso a una página en internet satura al servidor y termina por tirarlo ante la incapacidad para poder procesar todas las peticiones. Estos ataques pueden venir de individuos, organizaciones o gobiernos que buscan la disrupción de los sistemas y de infraestructuras, para robar información  o alterar el contenido de las páginas.

La Policía Federal tiene una rama, la Policía Cibernética, que opera 24 horas en el búnker de la Comisión Nacional de Seguridad frenando y combatiendo miles de ataques –literalmente- que hay todos los días contra México, en una lucha que no se ve, pero que es intensa. El campo de batalla cibernético se aprecia en el cuartel general de la Policía Cibernética con una pantalla donde se ven cientos de líneas que cruzan desde distintos puntos del mundo sus ataques contra servidores en México, cuya gran mayoría son neutralizados. El Instituto Nacional Electoral, por su parte, comenzó a revisar y verificar sus sistemas de protección para evitar que sean hackeados el próximo año. No son los únicos en protegerse. Todas las instituciones, públicas y privadas, organizaciones, medios de comunicación e incluso individuos, instalan lo que se conoce como firewall, que son sistemas de seguridad que construyen barreras para evitar el hackeo o los virus.

Todo esto, sin embargo, no tiene que ver ni con lo que señaló López Obrador, ni con el riesgo y la vulnerabilidad en la que se encuentra México. A principio de septiembre se planteó en este espacio si, ante las crecientes y documentadas pruebas de que el gobierno ruso se estaba inmiscuyendo en cada una de las elecciones en el viejo Occidente, México podría ser una futura víctima cibernética. Desde entonces, ha habido novedades. Analistas privados han encontrado cuentas en varios puntos del mundo desde donde se han estado colocando mensajes en las redes sociales pobladas por mexicanos con informaciones falsas, ataques a gobiernos específicos, a personas en particular y textos que buscan la polarización y el estímulo del odio.

Estas características no son diferentes a las que se vieron durante las elecciones en Estados Unidos, donde intervinieron hackers al servicio del Kremlin. La intervención más reciente se dio alrededor del referéndum en Cataluña del 1 de octubre. Javier Lesaca, profesor en la Universidad de Navarra e investigador visitante en la Universidad George Washington, en la capital estadounidense, analizó poco más de cinco millones de mensajes en redes sociales donde concluyó, de acuerdo con un reporte del diario El País, que los medios de propaganda rusos, RT (Russia Today) y Sputnik, utilizaron un alto número de cuentas chavistas y Venezuela para propagar una imagen negativa de España. La principal conclusión del estudio, señaló el matutino madrileño, es que líderes políticos e instituciones tradicionales han perdido peso a la hora de influir en la opinión pública, y su lugar ha sido ocupado por otros actores, mucho más difíciles de seguir y controlar, que no se circunscriben al ámbito político y mediático de un solo país.

Los analistas privados mexicanos que han hecho trabajo forense en redes sociales por más de un año, identificaron cuentas en Australia y Nueva Zelanda en Oceanía, y Croacia o Polonia (en especial Cracovia), desde donde se han enviado mensajes de esa naturaleza y entrado en la conversación en México. El hecho que hayan surgido de direcciones IP en esos lugares, no significa necesariamente que salieran de ahí. Hay tecnología para poder utilizar un DNS (dominios en internet) extranjero, estar en un VPN (que es una red privada virtual) o utilizar un servidor Proxy que permite navegar en forma anónima, para esconder el origen de un mensaje.

Una de las peculiaridades que se han encontrado con la intromisión rusa en elecciones pasadas es que no sólo utilizan robots, sino cuentas reales de personas de carne y hueso. En el caso del referéndum en Cataluña, la participación de RT fue significativa al difundir en ese periodo un 50% información sobre supuesta violencia policial con titulares como, anotó El País, “Fuertes videos: la brutal represión de la policía contra los votantes del referéndum catalán”, o “Cataluña elige su destino entre porras y balas de goma”. Una de las líneas editoriales de RT en México es precisamente la violencia y reproducción de artículos que inyectan odio.

No hay hasta ahora, ninguna evidencia que demuestre que el gobierno ruso esté comenzando a interferir en la sucesión presidencial en México. Pero son demasiadas las llamas de atención para no hacer caso y tomar el tema, al menos como una probabilidad, seriamente. El campo abierto por la debilidad de las instituciones, es fértil.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

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