A punto de comenzar la guerra de las encuestas serias

A punto de comenzar la guerra de las encuestas serias

La “guerra” de las encuestas, reales, bien hechas, está por comenzar. Conforme se acerca la fecha de la votación las mediciones de la opinión pública son más confiables. El  ejercito de indecisos comienza a rebajarse en tropa y los que han tomado una determinación de a quién otorgarle su confianza pasan a engrosar las filas de los activistas. Las casas encuestadoras afilan sus lápices y ajustan hasta lo más preciso las tendencias del voto, definiendo con escrupulosidad el origen de los electores. Ya no sirven mediciones-bulto y hay que concretar si los que se decantan por uno o por otro candidato, o por la otra, candidata, son mujeres u hombres, jóvenes o adultos, de clase baja-baja, baja, o media, o media- media, o alta o altísima. Si tienen estudios o no… y así un abanico multicolor de factores que hay que tener en cuenta para saber la verdad sobre el estado de la opinión pública. Los candidatos están pidiendo eso a las empresas medidoras para saber que mensajes son los que queremos escuchar los electores en la recta final. Y no sirven ni las aproximaciones, ni los cantos de sirena que se venden a dos por uno en la “hora feliz”. Las cosas han cambiado desde que comenzó la campaña con un  claro primer lugar de MORENA. Ya disponen de encuestas en el PRI, que no son escénicas, sino muy serias, que tienen números muy favorables para la candidata al gobierno del estado, Gina Trujillo, en los que se demuestra que se encuentra apenas a 8 puntos de Adán Augusto López, mientras que Gerardo Gaudiano se mantiene en el tercer lugar, aunque repuntando alguna décima con su estrategia de subir al ring a Adán Augusto, que le ha beneficiado, pero no lo suficiente porque el senador con licencia no se trepa. Jesús Alí crece, Oscar Cantón se desploma y Manuel Paz hace un papel muy digno. En los próximos días se conocerán nuevos sondeos de todas las formaciones políticas que finalmente lo que nos dirán es si los argumentos, los planes y proyectos y el carisma de los candidatos, y las candidata, está convenciendo a la población. Lo que se está implantando entre los ciudadanos es la percepción de que la cosa no está decidida, ni mucho menos. Esa es la percepción, aunque los estrategas de campaña, haciendo su trabajo, pretenden hacernos creer que “este arroz ya se coció”. Todo parece indicar que no. Que al arroz le falta todavía. Que está duro y no se puede comer sin que incluso nos juguemos algún diente. En este escenario los que están recalentados son los “Cuartos de Guerra” de los candidatos y la candidata al gobierno de Tabasco, vientre del que salen las estrategias para remontar o mantener la ventaja. Nos queda por tanto el tramo más delicado de la campaña y también el que estará más lleno de zancadillas, empujones y estirones entre ellos. Hay que estar muy atentos a que no se sobrepasen las líneas rojas porque esta campaña electoral tabasqueña comenzó con muy buen pie, con buenos aspirantes y con un debate sobre el pasado, el presente y el futuro de Tabasco que más bien que mal está siendo positivo para la ciudadanía. Esperemos que se cumpla el refrán que dice que “lo que bien empieza bien acaba”. Otra cosa sería otra catástrofe para Tabasco. Y ya no estamos para eso.