AALH: Se puede hablar con el de Tu a Tu

AALH: Se puede hablar con el de Tu a Tu

Frente a quienes aseguran que se puede cortar de raíz la delincuencia se impone la sensatez, que requiere de paciencia. Apenas a unos días del Primer Informe de Gobierno, el Gobernador Adán Augusto López Hernández, defendió en entrevista que “en Tabasco se combate la inseguridad con profesionalismo, inteligencia, prevención del delito y sin esconder el número de denuncias”, y descarta que “los niveles de incidencia que registra la entidad en algunos ilícitos, como el homicidio, inhiban la llegada de inversiones”. Es el principal punto ciego del que será su informe y sobre el que sin duda se lanzará la oposición para tratar de minimizar los logros obtenidos en otros rubros. Lo cierto es que Adán Augusto López está librando una tremenda batalla contra varios enemigos a la vez: La pobreza, la economía, la educación, la reconciliación, y la necesidad de que nuestra sociedad esté dispuesta a hacer los cambios necesarios para que las actitudes se enfoquen más hacia el progreso que a buscar la manera de “romperle la cara” al adversario. El Día D del gobernador será, más o menos, en tres años cuando se abran las puertas de la Refinería de Dos Bocas y con ella los puestos de trabajo, la recuperación económica y la entrada al bienestar de Tabasco para por lo menos dos décadas. Y hasta que llegue ese objetivo hay que preparar y allanar otros terrenos que son los que presentan mayores resistencias. Sin ir más lejos el mandatario presumió, especialmente, de que “en Tabasco hay estabilidad social”, remarcó el Gobernador Adán Augusto López Hernández, en entrevista radiofónica. Aseguró que luego de que Tabasco era el “paraíso de la extorsión”, en la entidad ha disminuido este delito y ahora se brindan garantías a todas las empresas que trabajan en el territorio tabasqueño, entre estas, la industria petrolera. Al principio de su mandato los opositores no existían, porque se encontraban agazapados y a la expectativa de ser considerados para “un hueso” en el gobierno de AALH, a la forma tradicional o  en la sombra. Cuando constataron que el cambio era real y no escénico y que las cosas se iban a hacer de una manera honesta y frontal es cuando los que no se vieron beneficiados por la confianza del gobernador se vio que gritaban más, jaleaban más, hacían más ruido, estaban de mal y de malas. Adán Augusto no se dejó provocar y continuó, con su estudiado comportamiento contenido, de actitudes y medidas sosegadas, sin dar golpes de efecto, llegando incluso a ordenar a sus subalternos que las corrupciones y corruptelas que encontraran las denunciaran en los tribunales, pero no las dirimieran en los medios de comunicación. Adán Augusto López prometió no hacer cacerías de brujas, ni ajustes de cuentas, algo voluntariamente revelador, como si no fuera lo que se espera de él. Poco a poco los adversarios fueron sacando su verdadera naturaleza y salió el punto de mala leche que hoy vemos, cada vez con más frecuencia, en las críticas hacia la gestión del gobernante que, si deben de ser necesarias y bienvenidas, no tendrían que tener el veneno como principal continente y contenido. Ante estas posturas políticas López Hernández siempre sonríe levemente, muy dueño de su personaje, sabiéndose observado y con la parsimonia de quien está dispuesto a perdonarlo luego todo, casi de estadista. Entró, y se mantiene, de la mano de su mujer, Dea Isabel, como un gobernador con el que se puede hablar de Tu a Tu.