Adrián Hernández: Lo que bien empieza bien acaba

Adrián Hernández: Lo que bien empieza bien acaba

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Adrián Hernández: Lo que bien empieza bien acaba

No es un sondeo ni mucho menos una encuesta, es un dicho popular que, como los refranes resumen la experiencia de generaciones y casi siempre funciona: “Lo que bien empieza bien acaba”. Esto es aplicable a la candidatura para la alcaldía de Centro del priista Adrián Hernández Balboa. Después de muchos años de buscarla la consiguió con todo merecimiento y, prácticamente, sin cuestionamiento alguno de sus compañeros adversarios que habían confiado a un desencuentro con Manuel Andrade el descarrilamiento de Adrián. Y contó con la aprobación masiva de los militantes priistas que se agolparon en la sede del tricolor por cientos para celebrar. Y, rompiendo la costumbre de aparentar algo que no se siente pero que conviene al partido, parecía sincero el júbilo. El discurso de Adrián Hernández estaba muy bien escrito y se notaba que le ha dedicado muchas horas estando destinado a ilusionar, a enardecer pero también a emocionar a propios y extraños. No estaba plagado de lugares comunes ni de frases hechas, es una propuesta de un líder que está rondando el carisma, no cabe la menor duda. Su reconocimiento a Gina Trujillo como la mejor abanderada para buscar la gubernatura hace sentir que los dos se llevan y se llevan muy bien. Dirán lo que digan los que no alcanzaron candidaturas, -que están en su derecho a la rabieta-, pero parece que el PRI tiene buenas noticias, -al fin-, y que sus afiliados tienen motivos sobrados para la esperanza. No se puede decir lo mismo de la candidatura a Centro por MORENA que encabezada presumiblemente por Evaristo Hernández no podía ser otra cosa que conflictiva. Evaristo llega a regañadientes porque el a lo que aspira es a ser gobernador y eso se nota. Aceptó la candidatura a Centro porque no le dejaron otro camino. Sabe que cuando ya ejerció ese cargo dejo a muchos descontentos y decepcionados y que se lo cobrarán en las urnas, por más colchón que le brinde López Obrador. En definitiva y siguiendo el argumento de la narración “lo que mal empieza, mal acaba”. Y falta por definir el candidato perredista que sea como sea será producto de un rifirrafe entre los aspirantes. Aunque hay que esperar a ver como acaba el proceso caben las dos posibilidades; que acabe bien o mal o todo lo contrario. Lo cierto es que la percepción es que Adrián Hernández ha conseguido su candidatura de forma tersa, sin sobresaltos y sin empujones ni codazos. Y eso cuenta y mucho entre el electorado.

Por Antonio López de la Iglesia