Alejandro Corzo: Los actores estamos vivos, presentes para la sociedad

Alejandro Corzo es un actor. Sí, y con todas sus intenciones. Lo supo desde su infancia

Alejandro Corzo es un actor. Sí, y con todas sus intenciones. Lo supo desde su infancia.  

Está en una estación de tren con una valija en mano. Habla con un guardia en un idioma que no entiende. Hay desesperación en ambos lados. Se da cuenta que le solicitan su pasaporte. El guardia hace las comparaciones de la fotografía y el personaje luego desaparece. 

Lo deja solo. Espera. Se sienta. Pasan unos segundos. Hasta que llega otra persona uniformada, quien le indica que van a cerrar y el servicio será hasta el día siguiente. 

Pero antes, de nuevo le piden su pasaporte: “Passport”. Así se llama una de las obras donde ha participado. 

En el escenario Alejandro Corzo demuestra su madurez actoral. La disciplina que viene desde que estaba con la maestra Carmen de Mora, considerada la decana del teatro en Tabasco y con sus hijos Rosario y Manuel Mora. 

El círculo se ha ido formando con la licenciatura en Actuación en la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT). Unos años antes estudió la licenciatura en Comunicación de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT). 

Además tomó diplomados como “La sabiduría de la voz y la palabra diciente” en el Centro de Estudios para el Uso de la Voz (Ceuvoz). 

Desde el 2009 del repertorio de personajes históricos del Museo Nacional de las Intervenciones, interpreta a Benito Juárez, Vicente Guerrero y Emiliano Zapata. 

Para el tabasqueño ir a estudiar a la Ciudad de México significó una visión distinta de las cosas, mientras la actuación se iba formando de manera sólida. 

“En el centro del país encontré a personas que se entregan diariamente con calidad y dignidad a la actuación, descubrí las herramientas necesarias para continuar en este camino, y a seguir haciendo comunidad”. 

“La televisión (participó en la telenovela El Bienamado) y el cine son facetas distintas, porque el nivel de energía cambia; en el cine, por ejemplo, he tenido intervenciones pequeñas, y sigue pendiente para explorarlo más a fondo”. 

Sabe que es necesario esperar el momento, tener constancia y perseverancia, como en cualquier profesión. Hoy la pandemia lo detuvo por un momento, a tal grado que dejó de hacer casting de audiciones presenciales, pero no en línea. 

De toda su experiencia que viene acumulando se ha dado la libertad de enseñar y compartir lo que sabe hacer. En Tabasco se presentó en varias ocasiones para impartir talleres. En la Ciudad de México lo hizo en escuelas privadas con materias de actuación, expresión corporal, y lo más reciente fue en Villahermosa con el taller Juegos teatrales para la promoción de la lectura.  

“Me permite compartir lo aprendido en el campo laboral, pero también seguir formándome en los diferentes escenarios”, menciona. 

Respecto a su futuro puntualiza que hace poco grabó para una serie que produce Disney (con un protocolo sanitario estricto). “Es recuperar el camino como actor, es seguir viendo opciones por lo virtual”, asegura. 

Las reflexiones están ahí: “desde la escena los problemas se asumen y se busca una solución para aminorar la angustia, porque los actores estamos vivos, presentes para la sociedad”, indica. 

PARÉNTESIS 

Durante la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara se mostró otro rostro, el lado político. Es una pena que eventos culturales se desvíen hacia ese camino. Los discursos del gobernador Enrique Alfaro, del presidente de la FIL, Raúl Padilla, y del rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Ricardo Villanueva, hicieron mención a diferendos presupuestales con el presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque sin llamarlo nunca por su nombre. (kundera_w@hotmail.com)