Altar Mayor: Legalidad, no simulación…

El pueblo quiere legalidad, no la simulación que en la aplicación de la ley ha persistido desde el porfiriato.

En política, hay dichos y hechos que no pueden pasar desapercibidos aunque algunos parecieran haberlos olvidado con el paso del tiempo.


Por ejemplo fíjese usted, lector querido: El ocho de agosto de 2018, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, al recibir del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la constancia que lo acreditaba como Presidente Electo de los Estados, ante los Magistrados y Magistradas de dicho tribunal expresó textualmente lo siguiente:


“…Entre las muchas lecciones del 1º. de julio debo destacar también una que tiene como destinatarios a los dirigentes políticos y a los servidores públicos; es decir, a nosotros mismos: la gente votó para que exista en México un verdadero Estado de Derecho; el pueblo quiere legalidad, no la simulación que en la aplicación de la ley ha persistido desde el porfiriato.


Los mexicanos, diría aquella ocasión el hoy mandatario nacional, votaron también para que se ponga fin a las imposiciones y los fraudes electorales. Quieren castigo por igual para políticos corruptos y para delincuentes comunes o de cuello blanco.


La ciudadanía plasmó en su sufragio el anhelo de que los encargados de impartir justicia no actúen por consigna y que tengan el arrojo de sentirse libres para aplicar “sin cortapisas ni servilismos” el principio de que, al margen de la ley, nada, y por encima de la ley, nadie.


“En lo que a mi corresponde, destacó esa vez AMLO, en mi carácter de titular del Ejecutivo federal actuaré con rectitud y con respeto a las potestades y la soberanía de los otros poderes legalmente constituidos; ofrezco a ustedes, señoras y señores magistrados, así como al resto del Poder Judicial, a los legisladores y a todos los integrantes de las entidades autónomas del Estado, que no habré de entrometerme de manera alguna en las resoluciones que únicamente a ustedes competen”.


En el nuevo gobierno, el Presidente de la república –afirmó-- no tendrá palomas mensajeras ni halcones amenazantes; ninguna autoridad encargada de impartir justicia será objeto de presiones ni de peticiones ilegítimas cuando esté trabajando en el análisis, elaboración o ejecución de sus dictámenes y habrá absoluto respeto por sus veredictos.


“El Ejecutivo no será más el poder de los poderes ni buscará someter a los otros. Cada quien actuará en el ámbito de su competencia y la suma de los trabajos respetuosos e independientes fortalecerá a la República y el Estado Democrático de Derecho transitará del ideal a la realidad…” ((https://lopezobrador.org.mx).


Sin embargo, esas palabras del tabasqueño, pareciera no hacer mella en algunos grupos, como por ejemplo, aquellos que durante las últimas semanas han mantenido un plantón a las afueras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, u otros personajes como el gobernador veracruzano Cuitláhuac García Jiménez, el senador Alejandro Armenta Mier, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara Alta Del Congreso de la Unión, Ignacio Mier Velazco, líder de la bancada de MORENA en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila, Presidente de la JUCOPO en la Cámara de Senadores o Mario Delgado, líder nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) quienes con frecuencia insisten en levantar polvaredas .


O tal parece que nunca escucharon ese mensaje del Presidente cuando no habría de entrometerse de manera alguna en las resoluciones que únicamente son competencia del Poder Judicial, legisladores y de todas las entidades autónomas, así también que no tendría palomas mensajeras ni halcones amenazantes y que ninguna autoridad encargada de impartir justicia sería objeto de presiones ni de peticiones ilegítimas.


Y puso énfasis en que habría absoluto respeto por sus veredictos. 


Además estableció el compromiso de que el Ejecutivo no sería más el poder de los poderes ni buscaría someter a los otros.


Mensaje del tabasqueño que hoy en día, para algunos de sus seguidores parece haber quedado en el olvido, pero ante la ya sistemática embestida contra la SCJN es menester recordarlo para tenerlo en cuenta, particularmente aquellos que en vez de ayudar parecería que están afanosamente empeñados en fomentar escándalos mediante actos algunos caricaturescos y a veces aderezado con notoria prepotencia. (altar_mayor@yahoo.com.mx)