El mensaje es claro y quien o quienes quieran entenderlo, lo entenderán. También quienes quieran lanzarse al ruedo y correr riesgos pueden hacerlo, nomás que –como dice la vox populi— que "aguanten vara".

La presidenta Claudia Sheinbaum ya lo advirtió el lunes en la conferencia "mañanera" y el combate a la corrupción estará guiándose en la actual administración federal bajo un principio inquebrantable, así lo dijo, "cero impunidad".

Así que no solo en el gobierno federal, también en los estados y municipios muchos tienen que echar sus barbas a remojar porque –según lo que se comienza a ver— la instrucción presidencial es poner orden y extirpar la corrupción en todos los niveles, esa corrupción que tanto se ha dicho en tiempos de la 4T que ya no se iba a tolerar pero que en los últimos días han surcado las aguas nacionales sacando a flote los actos deshonestos hasta de ciertos personajes vinculados con la Secretaría de Marina.

"Cuando se encuentra una situación evidente, un entramado de corrupción y de ilícitos, lo que hay que hacer es cero impunidad y detener a todos aquellos que estén involucrados", puntualizó la Presidenta Sheinbaum al referirse al desmantelamiento de una red de huachicol fiscal, con la detención de 14 personas —incluyendo marinos, funcionarios aduanales y empresarios— implicadas en el contrabando de más de 10 millones de litros de diésel ingresados al país con documentación falsificada.

La investigación, según la presidenta, se generó a raíz del arribo al puerto de Tampico de un buque que fingía transportar una sustancia distinta al combustible, ganando así permisos temporales y evadiendo impuestos —una práctica conocida como huachicol fiscal--.

La Fiscalía General de la República ya había recibido denuncias sobre estos hechos desde hace al menos dos años, incluyendo del propio exsecretario de Marina, Rafael Ojeda Durán y el operativo ha sido calificado como uno de los golpes más contundentes contra la corrupción desde que la ex jefa de gobierno defeño asumió la Presidencia.

Entrelíneas....

Por cierto, en el diario español "El País" esta semana se publica un interesante análisis político en el que se destaca el hecho de que después de un año de gobierno "ya nadie duda del sello propio de Claudia Sheinbaum. Lejos quedan los fantasmas que agitaba la oposición de que la primera mujer al frente del país iba a ser un títere de su predecesor.***El citado medio refiere que la mandataria mexicana ha definido su sexenio como el segundo piso de la transformación, sigue invocando a su mentor; ella lo llama "continuidad con cambios",  pero lo cierto es que Sheinbaum va a iniciar su segundo año de presidencia ya con la herencia de la reforma judicial resuelta, con una estrategia de seguridad muy diferente apuntalada y con el estreno formalmente de sus primeros presupuestos económicos. "La presidenta vuela sola", se dice en "El País". *** Sheinbaum, cita en otra parte del análisis el diario español, "ha cerrado su primer ciclo político con una popularidad altísima, del 79%, según una encuesta de Enkoll para EL PAÍS. Un apoyo incluso mayor al que cosechó López Obrador al final de su primer año (que llegaba al 73%). ***En una pregunta específica, la mitad de los encuestados cree que el inicio de Gobierno de Sheinbaum ha sido mejor que el que tuvo el expresidente y eso en un año en el que la mandataria ha enfrentado la polémica de la reforma judicial (que dejó aprobada y encargada su antecesor), el tira y afloja con Donald Trump y la guerra desatada en Sinaloa. Pian pianito, la Presidenta va dándole rumbo al proyecto de construir un país más seguro, más productivo y con mayor certidumbre económica. (altar_mayor@yahoo.com.mx)