AMLO buenas cuentas; no se cumplieron los sombríos vaticinios

Llegamos al quinto año del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y los más sombríos vaticinios de sus adversarios políticos, entiéndase conservadores, no se han cumplido

Llegamos al quinto año del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y los más sombríos vaticinios de sus adversarios políticos, entiéndase conservadores, no se han cumplido. 

Ni México se convirtió en Venezuela, ni el peso se devaluó; la fuga de capitales simplemente no se ha dado, mucho menos se ha destruido el país ni este se halla al borde del precipicio, como siguen pregonando los agoreros del desastre a pesar de lo avanzado del sexenio, la pandemia, la guerra ruso-ucraniana, la inflación y otros efectos de la economía mundial. 

Esos eran los pronósticos después del triunfo de AMLO en las urnas, difundidos en medios afines al conservadurismo y en redes sociales. La frase propagandística “un peligro para México”, que infundió miedo en 2006 y 2012, dejó de atemorizar a la mayoría de los mexicanos y el resultado fue una victoria aplastante el 2 de julio de hace cinco años.

La realidad del país es otra y no son los datos del presidente: México es la sexta economía con mejor desempeño en el 2022 de las 34 economías de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). 

Esa medición está basada en cinco indicadores económicos y financieros, realizada por la revista británica The Economist: Producto Interno Bruto, inflación, amplitud de la inflación, desempeño del mercado de valores y deuda pública.

A lo largo del año pasado, los “analistas” financieros se la pasaron pronosticando cero crecimiento de la economía y, en el mejor de los casos, un crecimiento pírrico. Argumentaban una serie de variables que echarían abajo las proyecciones de la Secretaría de Hacienda. Se equivocaron rotundamente.

El peso mexicano fue la moneda más apreciada frente al dólar en el 2022 por encima del real brasileño, el sol peruano y el rublo ruso, de acuerdo a un análisis de la agencia británica Reuters, citando a expertos. 

En noviembre pasado, el peso alcanzó niveles previos a la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19. Para esa fecha, acumulaba una ganancia de 5.37 por ciento. Ese acumulado convirtió a nuestra moneda, junto con el real brasileño, en una de las divisas globales más apreciada con respecto al dólar. 

El martes último, el peso se cotizaba en el mercado cambiario a 19.40 por dólar ¿Qué decían los detractores del presidente? Que con la llegada de AMLO se devaluaría hasta 25 pesos la divisa estadounidense. “Compren dólares”, llegó a recomendar Carlos Loret de Mola.

FACTORES EXTERNOS

Donde sí ha batallado un poco más la 4T ha sido en el control de la inflación. Le ha costado trabajo al gobierno federal mantenerla a raya, evitar que se salga de control. 

Si en noviembre pasado la tasa de variación del Índice de Precios al Consumir (IPC) había tenido una disminución de seis décimas, eso se perdió en diciembre, volvió a subir, pues pasó de 7.4 por ciento a 7.77 por ciento, respectivamente. El panorama no ha sido peor debido al subsidio que Hacienda les aplicó a los combustibles, de no haberlo hecho, la inflación habría rebasado los dos dígitos, lo que habría metido al gobierno federal en un serio predicamento. 

El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados dio otro dato contundente en diciembre pasado: de enero a septiembre de 2022, la inversión extrajera directa en México ascendió a 32 mil 147.4 millones de dólares, lo que implicó un incremento de 29.46 por ciento respecto a la captada en el mismo lapso de 2021. 

Podríamos citar más datos, pero alargaríamos más este texto. Lo que resta decir, es que el panorama nacional no es desolador como lo dibujan los malquerientes del presidente. 

Sin duda la economía mexicana habrá de sortear presiones internas y externas, pero tampoco es el caos ni el desplome de los principales indicadores económicos y financieros. 

En la primera mañanera de este año, el presidente confió en que en el 2023 la economía mexicana se consolidará, “vamos a seguir creciendo, manteniendo equilibrios macroeconómicos, vamos a tener buena recaudación”, y como no se permite la corrupción ni los gastos superfluos en el gobierno “el presupuesto nos va a alcanzar, rinde”.

Si en lo económico nos irá bien, en lo social también, de acuerdo con AMLO, sobre todo a los adultos mayores, que recibirán, cada dos meses, 25 por ciento más en sus pensiones a partir de este mes, “como nunca se está incrementando el presupuesto para el bienestar del pueblo, sobre todo de la gente humilde este año”.

No obstante, los pronósticos de los adversarios del tabasqueño son otros, son funestos. Si en los años anteriores afirmaban que México se caería a pedazos y fallaron, en el actual que apenas empieza no será diferente la narrativa, creen que ahora sí acertarán. Siguen sin entender que no entienden.