AMLO en MILENIO Autorretrato 2. Instrumentos de gobierno

AMLO en MILENIO Autorretrato 2. Instrumentos de gobierno

La ejecución del proyecto de gobierno de López Obrador gira en torno de la figura de un presidente que está en todo, que asume personalmente los problemas de la inseguridad y de la corrupción, y que privilegiará el uso de dos instrumentos: el control del presupuesto y la consulta popular.

El control del presupuesto es el eje del proyecto económico. Mediante él se duplicará la inversión pública de los 500 mil millones actuales, al billón que López Obrador piensa obtener de los recortes dirigidos a frenar la corrupción y de la austeridad autoimpuesta en el gasto del gobierno.

De ahí vendrán los recursos fundamentales para la política social del Estado y para que éste retome su peso en el ámbito económico.

En sus palabras:

“De los 5 billones 300 mil millones del presupuesto, tienes exactamente 500 mil de inversión pública. ¿Qué es lo que yo estoy proponiendo? Aumentar la inversión al doble, o sea un billón, y eso va a salir de un mejor gasto, de que no haya compras que se tengan que pagar con precios excesivos y también de un plan de austeridad republicano, reducir el costo del gobierno a la sociedad y todo lo que podamos ahorrar, liberarlo para impulsar el desarrollo”.

La consulta popular se insinúa como un eje de la conducción política. Su importancia queda clara cuando López Obrador explica cómo terminará con las reformas energética y educativa.

Habrá primero una discusión nacional. Habrá luego una consulta popular de sí o no. Habrá luego el envío al Congreso de la ley que traduce la voluntad popular expresada en la consulta.

En sus propias palabras:

“Son dos momentos, o tres: informar y debatir sobre los grandes temas fundamentales de la nación. Dos, consulta ciudadana: plebiscitos, referéndum, el método democrático que más convenga; y tres, modificación de leyes, que corresponde al Congreso”.

En la entrevista, la consulta se propone como instrumento para cuatro cosas: abrogar la reforma energética, cancelar la educativa, establecer la revocación de mandato (a la que López Obrador se someterá cada dos años) y decidir sobre los polémicos derechos al aborto, el matrimonio igualitario, etcétera.

La política mexicana será un desfile de consultas de sí o no con sus polarizaciones respectivas. Un desfile de opciones binarias.