AMLO: Las cartas sobre la mesa. Definitivamente no habrá coalición de las izquierdas

AMLO: Las cartas sobre la mesa. Definitivamente no habrá coalición de las izquierdas

La suerte está echada y López Obrador ya ha girado instrucciones de que cumplirá su palabra e irán a las elecciones presidenciales, estatales y municipales de 2018, como0 MORENA, solos o como máximo aceptarán a algunos petistas que merezcan la pena, nada más. No hay ya margen de negociación con el PRD ni con nadie. “Perded toda esperanza” parece querer decir el paisano AMLO que es, de momento, solo de momento, el puntero para la presidencial. Don Andrés se ha cansado de socorrer a los pobres pequeñitos de todos los estados y de más allá. El “Mesías” tabasqueño custodia un carácter muy parecido al de las ollas a presión, que aguantan todo hasta que saltan, pero cuando saltan llegan hasta el techo. Ahora la presión ha crecido tanto que debe poner límites, si no a su generosidad, sí a los favorecidos por esa virtud, que como todas tiene sus fronteras. El único que se las saltó fue Francisco de Asís y por eso acabó conquistando una gran pobreza y un sitio en el hipotético cielo, donde dicen que residen los bienaventurados. Total, que se acabó lo que se daba y que cada palo aguante su vela, que la caridad bien entendida empieza por uno mismo y la que se entiende mal no hay dios que la explique, ya que las ciencias económicas también pertenecen al género de la ciencia ficción. Dicen en los círculos viciosos bien informados que el culpable de abrirles las puertas de salida a los perredistas es Tabasco, en donde el “peje” goza de una excelente salud y los números de las encuestas le anuncian un triunfo inobjetable y contundente y que por eso quiere aventurarse a hacer lo mismo en todo México. ¿Dónde irán los expatriados de la izquierda que no tienen patria? Ya Cicerón, que era mejor orador que Andrés Manuel, decía que donde quiera que se esté bien, allí está la patria. Ahí es donde entran las cábalas sobre las alianzas, más o menos encubiertas, PRI-PRD, PAN-PRD, PRI-PAN-PRD, con sus posibles variantes y todas con la intención de ganarle a AMLO en su tierra, lo que no es imposible, pero está muy complicado. Solo un excelente candidato/a del perredismo podría salvar la plaza.