Antes de escribir se tiene que adentrar en la lectura: Edgar Disraelí

Edgar Disraelí Rosas Mirabal es un joven que nació en el municipio de Cunduacán, Tabasco

Antes de escribir se tiene que adentrar en la lectura: Edgar Disraelí

Wilber Albert

Edgar Disraelí Rosas Mirabal es un joven que nació en el municipio de Cunduacán, Tabasco. Estudió en la Ciudad de México su preparatoria, y hace unos días concluyó la licenciatura en Lenguas y Literaturas Hispánicas en la UNAM. 

Edgar tiene definido algo que para muchos no está en su rol diario. Quizás porque estamos acostumbrados a escuchar carreras que van en la línea de médico, abogado, ingeniero, arquitecto o relaciones internaciones.

Este joven quiere ser escritor, y su postura es firme, tan firme que ya tiene un conjunto de cuentos, algunos presentados en diversas universidades como la misma UNAM, la UAM y la Universidad de Guadalajara. 

También ha publicado en las revistas Campos de Plumas (“No los vi venir”), Fuimos Peces (“Mentiras de oro y plata”), Cardenal Revista Literaria (“La gallina pasa primero”) y Falabrerías (“Los sueños del sueño”).  

Al cuestionársele si se puede vivir como escritor, responde que todos los días le hacen esa pregunta, y acepta que es algo difícil, porque normalmente en un mundo tan complejo donde la mayoría de las editoriales son monopolios, es difícil pensar que puedan publicarle a alguien que apenas empieza.

Pero tiene toda la confianza de que sea tomado en cuenta, porque sabe que es un oficio, y como tal se puede vivir de él.

“Cuando uno tiene ese privilegio de poder transmitir con las palabras, entiende tal obligación, y en mi caso lo estoy con las personas que buscan mis textos, los cuales trato de hacerlos críticos, pero además que generen empatía en ciertos temas”.

“Lo importante es utilizar esa arma a favor de la humanidad, y más en estos momentos tan difíciles como los que vivimos, donde estamos sufriendo todo tipo de desastres humanos”.

Comenta que hasta el momento no se le da por escribir novelas, pero sí las investigaciones literarias y lingüísticas.

Sobre los temas que aborda explica que gusta en recorrerlos, y uno de ellos es la ceguera, porque así es el cuento, es ensayarse a través de un tema, es ir descubriendo que pasará y cómo.

Dice que el estudiar en la Ciudad de México le ayudó mucho, porque desafortunadamente la educación está centralizada, además existe una educación radical.

“En el caso de las lecturas, en la preparatoria, los compañeros llevaban más de 30 libros encima, toda una disciplina, porque antes de ser escritor uno debe ser lector, ya que es ahí donde se encuentran las palabras”, afirma.

A los jóvenes les dice que deben ser unidos, sobre todo a quienes deseen dedicarse a las letras, es necesario fortalecerse entre ellos, empezar a recomendarse, porque una realidad es que es difícil conocer autores del sur.

Edgar Disraelí Rosas Mirabal buscará tener un público interesado en sus cuentos, y a través de ellos mover a la gente, tener la perspectiva de ser crítico con lo que escribe, y contribuir a México con eso. Lo importante es que lo hará desde Tabasco. 

“Una recomendación a los jóvenes escritores es que la lectura es primordial para la escritura, tenemos que conocer las normas para poder romperlas, y la mejor manera es leer”, concluye.

PARÉNTESIS

A partir de la premisa de que no es necesario estar en un lugar para ser partícipe indirecto de la historia, el escritor Paco Ignacio Taibo II reivindicó el derecho de las actuales generaciones en México a asumirse como hijas del movimiento estudiantil de 1968. De hecho, muchos adultos de hoy tuvieron como maestros a los líderes de aquel movimiento; en tanto que los más jóvenes han conocido aquel suceso y vivido su propia historia.