¡Arrancan!

¡Arrancan!

Hoja volante

¡Arrancan!

Joel Hernández Santiago

La caballada ya arrancó. Las precampañas iniciaron ya y de ahí en adelante nadie detendrá la carrera por la que tres precandidatos-candidatos quieren llegar a la presidencia de la República en las elecciones del 1º de julio de 2018: “la madre de todas las elecciones” dice el presidente de México, Enrique Peña Nieto…

… No es para tanto, pero sí veremos y escucharemos propuestas como compromisos como promesas y golpes bajos, inmundicia de unos contra otros y “a la víbora, víbora de la mar…” en millones de spots de propaganda política con los que bañarán nuestra conciencia mexicana hasta pedir auxilio… Las redes sociales estallarán de “si” y “no” de todos y se colarán apoyadores o adversarios con adjetivos calificativos.

Para empezar el candidato ciudadano José Antonio Meade Kuribreña, del PRI se fue a San Juan Chamula en Chiapas, se disfrazó de Chamula y dijo que quiere cerrar brechas entre el México que somos y el México que soñamos. Está bien. Aunque ciertamente ese México que somos tiene mucho que ver con sus cinco gestiones como secretario de estado que ha sido, tanto en gobierno panista como en gobierno priísta. En todo caso dice que ‘quiere cambiar al país.’

Ricardo Anaya, del Por México al Frente y con la casaca del PAN, inició en Querétaro el canto del gallo. Fue a su tierra para arrancar en su querencia, de donde surgió a la política estatal y nacional y porque desde ahí lanzará su grito de guerra “para cambiar al país”.

Anaya aprovechó para lanzar un pial al Jefe de Gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, diciendo que son ‘muy cuates’ y que lo invitará a formar equipo con él-con ellos en el Frente: PAN-PRD-Movimiento Ciudadano.

… Mancera por su parte, luego de que supo que se le entregó la candidatura al PAN y que no fue él, se deslindó, dijo que esa decisión no fue democrática y que regresaba a gobernar (¡Sic!) la Ciudad de México y a apoyar la reconstrucción. Y les hizo caracolitos. Ya veremos si se suma o se resta en las siguientes semanas, o agarra camino en solitario.

Andrés Manuel López Obrador, que en fechas recientes ha dado bandazos discursivos, desde que quería amnistiar a los narcotraficantes en prisión, luego precisó que sólo aquellos que decidieran cambiar de vida y regenerarse (¡si, Chucha!) y que luego firmó un acuerdo con el ultraderecha Partido Encuentro Social (PES), con raíces gubernamentales… Pues nada, que el mundo parecía venírsele abajo, aunque seguía siendo primero en preferencias…

Pero AMLO sabe dar golpes de efecto, y esta vez, luego de iniciar su precampaña en Ciudad de México, su bastión, dio a conocer a su posible gabinete, si llega a ser presidente de México.

El impacto fue bueno. La gente conoció a los posibles funcionarios por los cuales podría decidir si votar o no por Morena-AMLO-Morena.

La mayoría de los nombres son de personajes de la academia, de la investigación, y funcionarios públicos o, incluso, como en el caso de Olga Sánchez Cordero, que ha sido Ministra de la Suprema Corte de la Nación y quien sería secretaria de Gobernación.

Ronda por ahí Esteban Moctezuma, para la Secretaría de Educación Pública; Jorge Alcocer para Salud; Héctor Vasconcelos para Canciller; Miguel Torruco Márquez para Sectur… y así: 16 posiciones en las que no se ve ese viejo PRI del que se le acusa y en las que está gente que habrá de ser diseccionada por los adversarios de AMLO a partir de ahora.

Y sin embargo se cumple aquí con una vieja propuesta: la de que los candidatos presenten también a su gabinete, para saber por qué tipo de gobierno se habrá de votar y si se está a gusto o no con tal o cual personaje. Golpe de efecto, sin duda y bien recibido.

En esta parte será bueno saber si los otros dos contendientes que arrancaron ya la precampaña estarán dispuestos a dar a conocer su posible gabinete porque de pronto, si alguno llega a gobernar, el elector se sorprende por la naturaleza del cuerpo de gobierno y las decepciones no son para menos, pero ‘ya es tarde para remediar todo lo que ha pasado’.

El chiste es que ojalá luego de ganar las elecciones, no se dejen venir los cambios en el gabinete y volvemos a las mismas. Ojalá no.

En todo caso, la maquinaria ya se echó a andar. Todo está dispuesto para que cada uno de los candidatos de coalición o partido nos digan que con cada cual los mexicanos recuperaremos el paraíso perdido.

Todos dicen que van a cambiar al país (el mismo que ellos contribuyeron a que sea así); que lucharán denodadamente contra la corrupción (algunos tiene cola que les pisen, ya se verá); que la seguridad será prioritaria (con la famosa Ley de Seguridad Interior en la mano va a ser más peligrosa que un triple salto mortal en trapecio sin red abajo)... y todo eso que ya sabemos…

¿Por quién votar entonces si prometen lo mismo?... Pues de eso se trata, de que de ahora en adelante el elector saque sus antenas, se ponga sangrón, crítico, insoportablemente hablador con justicia y decida quién habrá de gobernar al país del nada cumplido para nadie, hasta hoy.