Así de claro.

Así de claro.

No se puede negar que la cifra de 8.2 % de la tasa de desocupación que para Tabasco reflejan las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) alcanzan el calificativo de históricas y que además en el día a día se palpan, con una economía local frenada y un tejido social haciendo titánicas maromas para subsistir.

Nos comentaba un destacado analista de temas económicos que nomás para darnos una idea de cómo está la economía nacional y el plan de dinamización que desde la federación se diseñó y que está siendo vapuleado por el complejo embrollo financiero a nivel mundial y en gran medida por el estancamiento de los precios de los petrolíferos, resulta de un simple análisis que no requiere sagacidad técnica estrafalaria; se refiere pues al hecho que detrás de Tabasco, en segundo lugar está situado el Estado de México, cuna del mismísimo Presidente Peña, y entidad a la que le han inyectado millonadas de recursos públicos (muchos dicen y aseguran un “trato preferencial”), y aún así la oferta laboral es escasa y mantiene en vilo a miles de familias mexiquenses.

Aquí en el terruño, otro entendidisimo del tema, no rehúye ni matiza la realidad, por ello esbozo con frontalidad y sin medias tintas, ni con cálculos políticos de por medio, que “Lo que hemos tenido es una caída brutal de la economía y de la recaudación por razón de la caída petrolera, y es un asunto diferente, no es un asunto de que se haya desviado el dinero para propósitos ilícitos, sino que simple y sencillamente que aquí se nos cayó la recaudación, se nos cayeron las participaciones, empezó cayéndose el ingreso petrolero, detrás del ingreso petrolero se cayó el empleo, al caerse el empleo se cayó la recaudación del impuesto sobre la renta, el impuesto sobre la nómina a nivel local, al tener menos ingreso en los trabajadores hay menos compraventa, se cayó el IVA y toda esa cadena nos ha pegado no sólo a Tabasco hay que decirlo sino a todas las entidades federativas, pero de manera especial a Tabasco y a Campeche por ser zona petrolera”.

Rosetas. Cada que se nos viene eso de la política es lo mismo, a estas alturas ya nadie debe espantarse de lo que se denomina en la cotidianidad como el “chapulineo”, ya que quien se mete a eso de la política lo hace para cultivar el servicio a la comunidad y también para trascender en el ámbito personal y profesional; en un sistema de representación donde la democracia es la garante del gobierno de la mayoría, urgente es que los ciudadanos todos, sepan quienes aspiran y para que aspiran.

Hoy la “excesiva” y alta competencia electoral impone a los partidos echar mano de los mejores cuadros y más aún de aquellos que por su actuar tienen mayor contacto con la gente; a los “chapulines” el juicio ciudadano los premiará o castigara mediante el voto, una prueba de fuego a la que es sano y sabio someterse, ya que incluso se ha llegado asegurar que con estos personajes en la boleta, el proceso electoral se ha dinamizado y mejor aún, el ciudadano se ha sentido y hecho parte, muchos para castigar, pero unos buenos tantos para refrendar la confianza.

Que funcionarios, legisladores o presidentes municipales aspiren legítimamente a otro cargo o revalidar el mismo, no debe ser visto como inmoral ni abusivo, sino como la inmejorable oportunidad de mostrar la magnitud de aceptación o rechazo a las agendas, acciones y prestancia que en su paso por sus encargos manifestaron, porque si el político vive de los votos, el ciudadano es la fuente madre del torrente, así de claro…

Zarpazo. 19 de 35 campos fueron declarados desiertos; hoy nadie se atreve a invertir en las rondas, ello derivado de la incertidumbre del proceso electoral.

Zarpazo bis. Lamentable que los que echaron a andar a la huimanguillense, no puedan ahora pararla…