Aún mucho trabajo por hacer

Lejos de los tecnicismos y el debate en torno a la enunciación de la llamada “nueva” normalidad, lo cierto es que con el diseño del sistema...

Lejos de los tecnicismos y el debate en torno a la enunciación de la llamada “nueva” normalidad, lo cierto es que con el diseño del sistema de semaforización que el gobierno federal ha hecho publico para dar luces de lo que será el regreso escalonado a las actividades cotidianas (primeramente, las esenciales), se abren nuevas interrogantes que podrán irse atendiendo, corrigiendo o ajustando de acuerdo a la experiencia que han tenido en otros países que ya se implementó el desconfinamiento.

México y sus regiones tienen la enorme ventaja de analizar, aprender y optar por las mejores medidas para que la luz verde a la convivencia, a los sectores económicos, a la movilidad ciudadana que genera inercias positivas al país, tenga un importante elemento sanitario que permita que el virus se mantenga en niveles manejables para el sector salud nacional y mejor aún que no golpee con furia a las zonas y segmentos poblacionales mas vulnerables; un reto titánico, porque aunque el mandatario y su optimismo exacerbado dicen que el pueblo ha mostrado comportamiento ejemplar, la crudeza de los números y la evidencia de la realidad demuestran que nos falta cultura del sacrificio, civismo colectivo, responsabilidad social y sobre todo, nos falta centrar bien el objetivo individual de la supervivencia, bajo el lema de “si me cuido yo, cuido a todos”.

En el balance que la 4T tiene, se percibe que hasta se festina el hecho de que la pandemia no haya llegado a muchos municipios donde la pobreza y las desigualdades están a flor de piel, sin embargo por encima de las estrategias del prestigioso equipo técnico-medico federal, aquí debió jugar un papel crucial la “dureza de la raza”, aunque también se conocieron de muchos lugares donde literal y formalmente el colectivo comunal decidido “atrincherarse” para no dejar entrar a ningún fuereño, o para que en caso de que un poblador de los suyos saliera, ya no se les permitirá entrar, de ese calibre fueron las medidas de protección en algunas regiones del territorio nacional (nomas recordemos la tan efectiva alambrada de Tito Filigrana en Jonuta).

También es cierto que el gran mosaico sociocultural que nuestro territorio presenta hace imposible diseñar trajes a la medida para cada caso en lo que a la movilidad se refiere, por lo que los retos que el desconfinamiento traerá son variados e impactan directamente en la política publica nacional, y ya habrá tiempo y circunstancia para medir si resulta efectivo, porque hasta el doctor López Gatell ha dicho que no ser efectiva se reculará de inmediato para no arriesgar la salud y la vida de los ciudadanos.

Aquí en la entidad nuestra semaforización es preponderantemente roja, por lo que nomás en el caso del municipio de Centro estamos en la lista selectísima de los 50 municipios del país con mayor incidencia de casos positivos de la COVID-19, por lo que ni soñar que seamos considerados como uno de los “municipios de la esperanza”, así que nuestra movilidad se vera aun limitada por varios días más, por lo que incluso se dice que en la mesa de decisiones del ejecutivo local esta la propuesta de implementar el programa hoy no circula y el “endurecimiento de las medidas restrictivas”. Una muestra de la preocupación fue el duro “twitazo” del gobernador, donde evidenciaba que muchos chocos no hacen conciencia y toman a la ligera los estragos que la pandemia está ocasionando. A esperar aquí en la entidad si se deciden nuevas y “duras” medidas que permitan detener el ascenso de contagios y sobre todo que permitan instalar también una “normalidad”, ya que la entidad no ha terminado de amalgamar un plan y un clima de recuperación después del embrollo político-económico-social que nos han recetado las pasadas administraciones; aquí hay mucho trabajo por hacer, que no se olvide ni soslaye eso…

Rosetas. En nuestro país y menos en tiempo de pandemia nunca faltan los distractores políticos (con argumentos claro), es por ello que el “Barttlegate” y la tan señalada venta de los costosísimos ventiladores en IMSS Hidalgo, que debido a su alta difusión y denuncia se logró ya saber que la transacción se echó abajo debido a que los artefactos médicos no cumplían con los requerimientos y características técnicas que se habían pactado en los contratos.

Después del escándalo, y que se justificara la compra por la urgencia de los insumos, resulta que se dio entrada al almacén a unos aparatos diametralmente opuestos a los requeridos y ofertados, por lo que el papel de la SFP deberá ser pulcro, conciso y preciso para sancionar a quien o quienes intentaron aprovechar la emergencia para hacer un “jugoso negocio”; ya veremos si doña Irma Erendida desde su resguardo domiciliario asesta un duro correctivo a la empresa y funcionarios ¿o escucharemos el religioso, coloquial y salomónico “ya se resarció el daño”?

A la 4T también le debe quedar claro que el precio que se está pagando por jugársela a muerte con Bartlett (el de la CFE claro), ya que en el animo colectivo no se le percibe como un político honesto y además en los últimos meses ha logrado poner hasta a los opositores (que gobernaron en esa época) al unisonó de que es inequívocamente el perpetrador del mega fraude electoral del 88´; ¿la 4T seguirá tomando de la mano a don Manuel, aguantando la presión de la pesada loza de talavera que trae en el lomo el poblano?