Avanzar, no retroceder

L a reforma político electoral que se pretende amoldar a la “austeridad republicana” por la bancada mayoritaria de Morena desde el Congreso de la Unión, para los subsecuentes procesos electivos de 2021 y 2024, no admite actitudes autoritaria ni caprichosa cuando en la irracionalidad adoctrinada por la cúpula sepultarían todo el entramado democrático institucional por los cuales incluso sus propios liderazgos desde otros frentes pugnaron durante décadas pasadas. Quebrantar la autonomía en la organización de las votaciones para renovar autoridades de gobierno, ejecutivas así como legislativas -en el ámbito federal y locales-, equivaldría a dar el tiro de gracia a todo un sistema nacional comprometido por hacer válidos los principios constitucionales de certeza, legalidad, independencia, máxima publicidad, imparcialidad y objetividad en los proceso de organización complejos, sustentados en un servicio profesional de carrera. Por el contrario, el constituyente federal debe ya tener trazado mucho de un replanteamiento coherente de la reforma político electoral la cual vaya en la ruta de robustecerle a un modelo, el del Instituto Nacional Electoral que desde su origen ha sido ejemplo internacional. Las autoridades administrativas, judiciales, además de especialistas en el tema aprovecharon el parlamento abierto enmarcado en la reforma político electoral convocado durante junio pasado para exponer ante los ante los legisladores del Congreso de la Unión la defensa de la vida democrática del país y su pacto federado. El estado de Tabasco será el epicentro -entre el 10 y 13 de septiembre siguientes- desde donde la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales A.C., en ocasión de su XXX Congreso Internacional de Estudios Electorales hará quizás el pronunciamiento más enérgico respecto de que se preserve la autonomía institucional de los organismos implicados en las votaciones, y se priorice el robustecimiento de las reglas de la competencia entre candidatos a cargos de elección popular, apegados a la democracia. ¿Qué parte del concepto democracia participativa y representativa no entienden los legisladores, en particular aquellos de la Cuarta Transformación? La austeridad no entra con calzador sino que debe prevalecer la eficiencia de los recursos humanos, materiales y presupuestales en un tema fundamental para la marcha política del país, el cual debe asegurarse. Por ello la trascendencia del mensaje que envíen en alta voz incluso ex presidentes del Instituto Federal Electoral como José Woldemberg, Luis Carlos Ugalde y Leonardo Valdés Zurita, además de Lorenzo Córdova Vianello, en su caso actual presidente del INE, quienes han guiado la potestad de un órgano autónomo encomendado a organizar constitucionalmente la renovación de las autoridades de gobierno, por voluntad popular. El país no se merece que mientras el presidente de México se asume como maderista: el apóstol de la democracia”, sus afines en el senado y cámara de diputados del Congreso de la Unión se empeñen en contravenirlo. La LXIV Legislatura del Congreso de la Unión, senadores y diputados federales, presentó 114 iniciativas electorales para la reforma política, entre el primer período ordinario de sesiones, del uno de septiembre al 15 de diciembre, y el segundo período ordinario de sesiones, entre el 15 de enero y el 30 de abril, que ya debieron procesar en comisiones unidas donde la “mayoría” de Morena debió tomar en cuenta las propuestas de “minorías” de Acción Nacional, PRI y demás. Destacan entre la diversidad de iniciativas con proyecto de decreto la tipificación de la violencia de género incluso como causal para anular elecciones, el financiamiento público a los partidos políticos en el cual específicamente Encuentro Social plantea la pertinencia de eliminarlo, además de la consulta para revocación de mandato al Presidente de México. Pugnan también por establecer la segunda vuelta, en los términos que disponga la ley electoral, en caso de que ningún candidato presidencial no obtenga la mayoría absoluta del 50 por ciento de la votación válida emitida. Proponen además instituir un blindaje en el texto constitucional en cuanto a la prohibición de reelección del presidente de la República, inclusive impedir que se someta a consulta popular su procedencia, al tiempo de modificar los requisitos para aspirar ese cargo de la primera magistratura del país. Sobresale de igual manera la iniciativa que Morena presentó de “austeridad republicana y electoral” –que analizada en esta columna fue publicada este 17 de marzo-, en la cual plantea la desaparición de los organismos públicos locales, para que el Instituto Nacional Electoral organice las votaciones federales y estatales, para ahorrar el financiamiento que hasta ahora se destina en las 32 entidades federativas. El tiempo apremia para la presentación de la iniciativa constitucional y sus leyes por el constituyente federal -senadores y diputados- y los locales quienes tienen exactos el período gestación de un bebé en el vientre materno, entre septiembre próximo y 31 de mayo de 2020 para su promulgación, habida cuenta que el artículo 105 de la constitución federal establece como límite hasta 90 días previos al inicio del proceso electoral del INE -que iniciará en la primera semana de septiembrey los estatales. BITÁCORA ¿Dónde quedó el espíritu insurgente de la izquierda mexicana, refugiada al cobijo ahora de Morena, que luchó y muchos murieron por un mismo propósito democrático? ¿ Qué dirían Heberto Castillo, Valentín Campa, Gilberto Rincón Gallardo, entre otros tantos del mezquino proceder? eduhdez@yahoo.com