Bienvenido, amoroso abril (I)
BIENVENIDO, ABRIL. No tendrás la mejor luna como los meses de octubre y noviembre
BIENVENIDO, ABRIL. No tendrás la mejor luna como los meses de octubre y noviembre, cuando se mira grandota como una pelotota, pero tienes lo propio. Créeme, te esperaba como se esperan las aguas de mayo. Lo cierto es que aunque no te esperemos llegas de todos modos y pasas, como todos ustedes, como la vida misma en el tiempo. Contigo entra de lleno la primavera, que viene con marzo, dejando atrás el frío invierno -de cierto Tabasco no tiene bajas temperaturas- y se siente ya contigo, como adelanto, el calor que nos hace casi literal hervir en mayo. Pero este ya vendrá, mientras tanto, tú, bienvenido.
ADEMÁS, ABRIL, como no agradecerte, si contigo vienen las vacaciones. Estas que nos sacan de la rutina cotidiana. Que nos meten en otro tipo de actividades buenas para la salud, aunque se vayan tan rápido, como el agua entre los dedos. Pero mientras tanto, a disfrutar, salga uno de la ciudad o nos quedemos a recorrer sus calles, a caminar por otras rutas, a besar las flores. Un amigo decía: "la risa son vacaciones gratuitas, hermano". Y me parece muy bien. Sea el temporal en la vida como sea, hay que buscar la manera de reír. La vida es distinta riendo. Y es mucho mejor cuando la risa es motivada con razones y no por rutina.
SI MARZO ES LA POESÍA y el color, tú, abril, eres la maravilla. Contigo se encienden las mejillas y aparece el rubor. Las hojas tienen otro verde mejor, más vistoso, con distintos matices. Los pájaros vuelan con más fervor. Los gatos corretean por los techos de zinc o tejados. Y en general la vida se mira distinta, mejor. Imagino, de ya, la playa, arena y sol. Las calles de la ciudad semi vacías. Las pláticas familiares rodeando la nevera y cerca el asador. No olvide tener a mano una guitarra, por si alguien de los presentes le sabe rascar. Y échele un quinto al piano, como dice la canción. Se resuelve todo con un karaoke, y a soltar la voz, sea afinada o desafinada. Qué mas da.
EN ABRIL YO TUVE una novia que me quiso y la quise. Y en otro abril todo terminó. Como causa le echo culpa a la pobreza de espíritu. Pero es la falta de visión. Otras miradas se encuentran. Y la vida sigue sin detenerse. Abril me trae recuerdos, gratos sí. Y uno ingrato. Muerte de papá. Mas así es la vida, ya lo sé. Lo que inicia -y agradecemos- un día termina. Y se inician otros ciclos. En abril guardo bellos recuerdos de mamá. Para Semana Santa preparaba capirotada, tortas de camarón y guisado de nopales con chile guajillo. Era un verdadero festín para el paladar. Y ahora estamos en otro abril. Que así mismo pasará.
EL COMPOSITOR ESPAÑOL Joaquín Sabina -chavoruco ya- nos sorprendió en su momento con su "Quién me ha robado el mes de abril". Cómo pudo sucederme a mí. Hastío y pesimismo. La cruz se adhiere a la espalda. Porque bien definido pusimos la apuesta en la esperanza por la felicidad. Y si era permanente, mejor. Mas el día a día nos pone en aprietos. La prisa por conseguir el pan. El plan que se derrota a sí mismo. El salario no alcanza y todo por las nubes. La alegría de vivir a veces parece írsenos de la mano. Y nos quedamos tarareando la canción de "Quién me ha robado el mes de abril", como decir: quién me ha robado la alegría, la esperanza, las ganas de vivir. Cómo pudo sucedernos a nosotros. Ah, pero siempre alguien nos recuerda que tenemos los once meses restantes, y la vida esperanzadora nos repone, luego de marzo, otro mes de abril. (Primera parte de “Bienvenido, amoroso abril”)