Buena noticia: disminuye la tasa de letalidad del COVID-19; recuperación de hasta 80%

EL RIESGO de un excesivo optimismo en la actual epidemia es el costo en vidas. Decir que estamos en la meseta o aplanamiento de la curva, que empieza el declive, que ya mero, etcétera, puede ser necesario para evitar que la población se desespere; sin embargo puede resultar contraproducente porque –como lo han advertido experimentados médicos- la gente tiende a bajar la guardia, descuidar sus defensas. Y mientras el virus no esté controlado sus efectos pueden ser devastadores.

Se sabe que es altamente contagioso, en eso hay un acuerdo generalizado. La discusión está en torno a su peligrosidad. Se contabilizan en el mundo hasta ahora 448 mil 455 muertes reconocidas por COVID-19; en México 19 mil 80 decesos y en Tabasco 774 defunciones. Un caso que llama la atención es la “normalización” de la pérdida de vidas humanas. Por ejemplo, leemos en los reportes periodísticos que ayer México llegó a los 19 mil decesos, obviando los otros 80 para “cerrar” la cifra. Son los riesgos de la cotidianidad de la tragedia. 

Se discute –le decía- sobre la letalidad o no del COVID-19. Inclusive el subsecretario Hugo López Gatell se enfrascó en un debate sobre la diferencia entre letalidad y mortalidad a propósito de informaciones que colocaban a México con uno de los más altos índices de muertes asociadas a este contagio.

Hoy quisiera compartir con ustedes algunos datos y reflexiones en torno a los fallecimientos en tiempos de la actual epidemia en México.

MEJOR DESEMPEÑO HOSPITALARIO

SI USTED ha seguido los reportes de la Secretaría de Salud en Tabasco podrá observar que los decesos vinculados al COVID-19 han ido disminuyendo semana tras semana, aunque como le decía se tiene un acumulado de 774 fallecidos y cada muerte resulta en una tragedia familiar, una dolorosa experiencia.       

En la entidad se llegaron a tener hasta 163 defunciones reportadas en un día (2 de junio), aunque también la tasa de letalidad fue sumamente alta en las primeras semanas en relación a los hospitalizados. Recientemente el promedio de fallecimientos en Tabasco se mantuvo en 11 durante tres días, hasta ayer que hubo un leve repunte a 16 vidas perdidas.

En el contexto nacional, Tabasco reporta una considerable mejoría en la recuperación de pacientes; se ubica ya en el 75 por ciento, que es el promedio del país aunque hay entidades que tienen un rezago en 60 por ciento, como Coahuila; existen también otras con mejor desempeño como la Ciudad de México y Tamaulipas (80 por ciento), y Estado de México (78.5) de acuerdo a los registros de la coordinación contra la epidemia.

Habría que subrayar que cuando se habla de recuperados básicamente se trata de los egresos de hospitales, no de la recuperación total. Pero el hecho de sobrevivir al padecimiento es alentador.

Claro, como señaló al diario La Jornada, el subdirector de Neumología del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, Justino Regalado, sigue pendiente la organización de los servicios para dar seguimiento y apoyar a los convalecientes en la recuperación de sus funciones pulmonares y motrices. Se estima que entre 20 y 50 por ciento de los pacientes puede quedar con secuelas (15/06/20).

Aunque hay un notable avance en el porcentaje de recuperación –todavía queda en una zona nebulosa el dato de los asintomáticos o de aquellos que se atendieron en sus domicilios-, lo mejor es evitar el contagio. De ahí que se insista en que deben mantenerse y reforzarse las medidas preventivas; la reapertura de actividades abre un flanco de mayor diseminación del virus.

La disminución en la letalidad de los contagios, de acuerdo a los especialistas, puede explicarse por dos razones entre otras: una detección a tiempo de la infección y la mayor experiencia y recursos en el sistema nacional de salud contra una enfermedad de la cual se ignoraba casi todo.

TABASQUEÑO AL GABINETE

TRASCENDIÓ ayer que el secretario de Desarrollo durante el gobierno de Enrique González Pedrero en Tabasco y ex presidente municipal de Jalpa de Méndez, el economista Baldemar Hernández Márquez, asumirá en fecha próxima la dirección de Financiera Rural, una institución clave para los programas de desarrollo del presidente Andrés Manuel López Obrador. Al inicio del sexenio, Hernández Márquez se desempeñó como Oficial Mayor en la Secretaría del Bienestar, para luego ser adscrito a una oficina de la Presidencia.

Recientemente renunciaron a sus cargos René Gavira Segreste y Javier Delgado. El primero estaba al frente de las unidades de administración y finanzas de Liconsa y Diconsa, en la dependencia que encabeza Ignacio Ovalle Fernández, Seguridad Alimentaria Mexicana.  Delgado, por su parte, despachaba en Financiera Nacional para el Desarrollo, funciones que ahora desempeñará Hernández Márquez quien también acompañó a López Obrador durante su paso por la coordinación del Instituto Nacional Indigenista en Nacajuca, a finales de los años 70 y principios de los 80.

AL MARGEN

EL PRESIDENTE López Obrador señaló directamente a la empresa española Iberdrola de estar promoviendo una campaña de desprestigio en su contra, como reacción a que “está poniendo orden” contra los abusos en los precios de energía eléctrica. La firma ibérica se benefició de la apertura de contratos privados en la generación de electricidad; se instaló en México en 1999 y ha tenido entre como integrantes de su consejo de administración a la ex secretaria de Energía, Georgina Kessel, y al ex presidente Felipe Calderón. (vmsamano@hotmail.com)