Cálculos políticos…

Hoy pareciera que es uno de los que llora por la nostalgia del Caudillo, y es que Silva es uno de los seguidores nuñistas

No cualquiera puede lograr unificar toda una corriente política en su contra, Agustín Silva lo ha logrado; y es que, en honor a la verdad, el único mérito y acierto político en su vida se llama la sombra de Arturo Núñez. Hoy pareciera que es uno de los que llora por la nostalgia del Caudillo, y es que Silva es uno de los seguidores nuñistas que ve al líder como un iluminado inalcanzable, y que sufre de sobremanera por la caída político-popular que le acontece.

Un dicho popular de los que llevan mucha sabiduría en la vida es aquel que reza: “Cuídate del hombre que no toma vino y no te ve a los ojos”, y es que el también conocido como duende de Huapinol jamás te da la cara, es altamente conocido por su actuar en lo obscurito y, por contaminar todo lo que toca. De lo de tomar vino, ahí si es buenazo.

El desaseo en su actuar político le empieza a cobrar las facturas, todos sus aliados circunstanciales, configurados por el arropamiento de Arturo Núñez y Martha Lilia, hoy lo dejan a su suerte, por más que diga que tuvo invitaciones de Morena de dar el salto a ese partido, su probable adhesión no será una alfombra roja. Hoy Agustín tiene un futuro político incierto, no así el económico, ya que se dice que las alforjas están repletas de dinero.

Silva lanzo fusiles para todos lados, mostrando así que el principal indefinido es él; en primer término y a boca jarro se avizora pues un abandono a su militancia perredista, pero intenta que está deje un daño considerable al malparado partido, ¿a quién le intentará vender ese potencial clavo del ataúd?

Por un lado, Señala a Fócil como el rey del Moche, sin embargo, en las catacumbas solaztequistas se dijo siempre que Agustín Silva es el alumno más aventajado en esos temas, prueba de ello es que en la administración pasada con habilidad se agandalló con la mayoría de las direcciones administrativas en Institutos, Universidades y organismos públicos, además de que en los cargos que tuvo fue señalado de alta corrupción y nula efectividad.

El “domesticamiento” hacia el régimen actual es natural, instinto de supervivencia le dicen los teóricos del comportamiento humano, hoy la mano extendida y muy suave de Silva no es otra cosa que su pavor a verse enrolado en temas judiciales que lo puedan llevar a la cárcel, una estrategia que le venía funcionando, pero que al parecer está en franca agonía y sin margen de maniobra, ya que hoy la Coordinación de la fracción parlamentaria está a un ápice de írsele de las manos, y así sin duda, dejara de ser un atractivo para la negociación, se le acaba el tiempo pues.

El pleito frontal con su compañera Dolores Gutiérrez es la muestra más clara del agotamiento letal de un movimiento -el nuñato- que no tuvo los arrestos para prevalecer en el tiempo; los dos fueron adeptos y cuadros referenciales cercanos al ex mandatario, y ya sin la conducción del líder, no han sabido moverse, ya veremos cuál de los dos cuadros muestra mejor capacidad para mantenerse, reinventarse y avanzar sin la protección de la que gozaron por seis años.

Ayer, el duende de Huapinol lanzo sus últimas cartas sobre la mesa en una suerte de ganga política, de esas que luego resultan sin tanto esfuerzo. En días posteriores -esos que usará para definirse- ya se verá si opta por aguantar su salida del PRD, e incluso se atreva a meter candidato hacia la dirigencia estatal, ya que nos cuentan que su alfil sería Gabriel Sánchez Murillo, un contratista de medio pelo, que ya antes le permitió sacar jugo$o$ beneficios vía la Junta Estatal de  Caminos; la intención sería ahora, lograr meter una planilla y conseguir espacios a cambio de ceder la voluntad de los consejeros estatales que logro acopiar en la fallida aventura sucesoria reciente. En síntesis, dentro del PRD su permanencia es costosa y desgastante para todas las partes.

En caso de entender que su ciclo solaztequista ha terminado, Silva podría anunciar su renuncia al partido y sopesar si declararse independiente o arrimarse al PVEM (de Pico Madrazo), partido que está urgido de cachar un diputado (para no perder su asiento en la JUCOPO) ante el inminente regreso de Carlos Mario Ramos al nuevo PRI valiente.

Un último calculo -el ideal para él- es que Cesar Burelo lo invite a integrarse a MORENA, un partido que en 2014 con otras circunstancias y antes de hacerse del poder y del arrastre popular de hoy, ya le hizo un guiño.

Ya veremos si en estos escenarios planteados, Burelo o Miguel Vélez arriesgan la imagen y se aventuran al escarnio público, al comprar los cálculos políticos del personaje y sumar a un actor que trae sobre su espalda un gran descredito. La balacera de Silva ayer ante los micrófonos, podría derivar en un triste, y para muchos un merecido balazo al propio pie…