Cambio en la forma y fondo

Correcto es que se debe caminar hacia que los políticos y la militancia dejen de creer vehementemente que en las urnas es el único lugar donde se puede construir la democracia.

Los más entendidos de la práctica política han dicho hasta el cansancio que el problema o aspecto que ha frenado por años a Tabasco es lo “político”; Arturo Núñez y Humberto Mayans lo han señalado desde su peculiar óptica en incontables ocasiones. En el diagnostico va aparejado el asunto de que el ejercicio público ni la sociedad están en función de lo que se necesita para encarar los retos y problemas torales.

Ayer en Tabasco arranco de manera formal el proceso electivo de 2018, se formalizará y será válido en determinado periodo lo que por meses atrás muchos aspirantes han venido haciendo en las comunidades, reuniones, conferencias o “platica de amigos”, nada más y nada menos que las propuestas, promesas y difusión de por que aspiran poner al servicio de la entidad su particular forma de gobernar.

Gerardo Gaudiano, José Antonio de la Vega Asmitia, Fernando Mayans y Juan Manuel Focil en el PRD, junto a Adán Augusto López y ¿Evaristo Hernández? de MORENA y Georgina Trujillo Zentella, Nicolas Bellizia Aboat, Nacho Lastra y Benito Neme en el PRI, deberán aplicar toda su sagacidad, conocimiento, experiencia y amor a Tabasco para que una vez ungidos en definitiva por cada uno de sus partidos y militancia, puedan hacer una campaña digna, llena de ideas realizables, de debates constructivos donde se prioricen los proyectos viables (ya basta de onerosas ocurrencias), las acciones que requiere de inmediato la tan golpeada economía tabasqueña.

Y es que todos tienen claro que nadie gana solo o al menos esa es la cantaleta de moda, porque lo que en verdad entrelineas está es, que ante el hartazgo y apatía de la gente por participar se le apuesta más a la suma de militancia real y activa para poder competir y tener la mayoría de votos (idealizado como el eslabón democrático por excelencia) en la urna a las 18:00 horas del 2 de julio de 2018, levantemos los brazos en señal de victoria y luego veamos cómo y que les cumplimos.

El político de hoy para lograr un cambio fundamental en México y Tabasco debe desterrar de su lenguaje el ánimo esperanzador y mítico, para dar paso a la certeza y compromiso colectivo, porque visto está que la sobre-intervención en los grupos vulnerables y menos favorecidos lo único que ha fortalecido es el cinturón de la miseria y el conformismo y el sostenimiento de un clientelismo electoral, ósea el dialogo gobierno-gobernados ha estado basado en el asistencialismo, el dispendio, el cortoplacismo, la inequidad, la impunidad y la corrupción.

En mi Punto de Vista, de no dar un vuelco de 180º a la forma y fondo de pretensión de ascenso al poder y se sigan mandando mensajes de tribus en defensa de sus afinidades para Gobernar y mantener lo que ante los ojos de la sociedad son puestos faraónicos, no habrá posibilidad de cambio alguno y se convertirá este novel proceso en uno más.