‘Cáñamo’: censura a campo abierto

‘Cáñamo’: censura a campo abierto

La revista Cáñamo, dedicada a la causa de la legalización, el uso terapéutico y recreativo, y el conocimiento de la mariguana, ha sido censurada en México y está en el curso de una batalla legal para evitarlo.

Hablamos de la edición mexicana de la revista española del mismo título, que lleva 20 años circulando en España, y 12 años en Chile, países donde la prohibición del uso de la hierba no se confunde con el ataque a la libertad de expresión.

La edición mexicana de Cáñamo empezó a circular en mayo de 2015. Como todas las publicaciones de México, debió obtener su “certificado de licitud de contenido y título” de la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas, dependiente de la Secretaría de Gobernación.

El 4 de julio de 2017, la Comisión negó la licitud de contenido y el permiso de publicación a Cáñamo porque “pudiera proporcionar enseñanza de los procedimientos utilizados para la ejecución de hechos contrarios a las leyes, la moral o las buenas costumbres”.

La resolución prohibió la circulación de la revista y estableció sanciones para sus editores e impresores: desde una multa hasta el arresto por 15 días.

El 7 de agosto Cáñamo presentó una demanda de amparo y la ganó el día 14, bajo la forma de una suspensión provisional que trasladó la revisión del caso a un tribunal colegiado.

Ya que la decisión final contra esta censura burocrática torpe, contraria no solo a la libertad, sino a la razón y al espíritu de los tiempos, ha sido puesta en manos de los jueces, harían muy bien éstos en cotejar su criterio con el de la Suprema Corte que concedió un amparo al uso recreativo de la mariguana, como extensión de los derechos humanos y el libre desarrollo de la personalidad.

No estaría mal tampoco que echaran un vistazo a lo que pasa en el mundo con el debate sobre las drogas, y a lo que pasa en Estados Unidos con la legalización de la mariguana, para que su fallo acerque al país a la realidad y ayude a sacarlo de la burbuja sangrienta donde lo tiene metido la persecución ignorante y ciega de las drogas