CARTAS DEL TRÓPICO

Rescate a Tabasco desde la federación, un buen comienzo

En unas semanas más terminará la primera administración estatal ganada por una coalición de izquierda que logró sacar al PRI de la Quinta Grijalva. Coalición que fue encabezada por Arturo Núñez Jiménez.

Desde diciembre del año 2012, Núñez Jiménez tomó las riendas del estado con el apoyo de la federación. El político tabasqueño que durante décadas se preparó para servir a sus paisanos puso manos a la obra en su primer año de gobierno junto a su equipo de trabajo.

El destino le tenía preparado una mala jugada posterior a la aprobación de la llamada reforma energética que se supone traería una nueva bonanza a este país. La crisis del precio del petróleo tomó a Núñez Jiménez por sorpresa a mediados de su segundo año de gobierno y las consecuencias no se han detenido, aun en estos días.

Tabasco y Campeche fueron las entidades en las que los impactos de la crisis del hidrocarburo se sintieron con mayor fuerza. Una de las evidencias son las pérdidas de miles de empleos en el sector extractivo del hidrocarburo.

A los despidos dentro de la hoy empresa productiva del estado siguió la pérdida de miles de empleos dentro de las empresas que le ofrecían servicios a la petrolera mexicana. Eso inició un espiral que afectó a otros sectores económicos de las entidades.

La demanda de los servicios públicos, en particular educación y salud, se incrementaron. Se tenía que atender a más usuarios con prácticamente los mismos recursos. Las consecuencias son las que se escuchan hoy en las calles de Villahermosa y en el Centro Administrativo.

El apoyo federal para reactivar la economía del estado fue insuficiente y la segunda parte del mecanismo no llegó a implementarse por falta de recursos para invertir. Algunas de los compromisos no se cumplieron como el caso de la apertura del Golfo de México a la pesca y otros como la Zona Económica Especial fueron decretadas solo para cumplir.

Las presiones financieras del estado se incrementaron en el último trimestre de este año, que llevó a una crisis hospitalaria y en el sector educativo.

Arturo Núñez Jiménez volvió a hacer uso de sus redes políticas que le permitieron solicitar al ejecutivo federal su intervención mediante el rescate financiero de la entidad.

La respuesta llegó durante su último informe de gobierno en voz del entonces secretario de gobernación quien aseguró que la federación se alistaba para brindar el apoyo solicitado por Núñez para que éste cerrara sin ningún pendiente el sexenio.

Este mecanismo no es nuevo y ha sido usado por otras administraciones estatales ante el rebase de las presiones financieras. Ya se ha hecho público que el actual gobierno del panista Javier Corral ha solicitado a la federación un apoyo extraordinario de 1500 millones de pesos para cumplir con sus compromisos laborales de fin de año.

A esta iniciativa se ha sumado Tabasco, aunque no se ha dicho con cuánto. Ambas solicitudes han sido palomeadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se ha dicho dispuesto a apoyar a las entidades que se encuentren en esta situación, sin importar colores e ideología. Muy probablemente a última hora se sumen otros estados a este apoyo de la federación.

El presupuesto público dejó de ser un instrumento de chantaje o de apoyo discrecional ha dicho el tabasqueño desde su primera reunión con los gobernadores en la CONAGO.

Por lo pronto, el apoyo federal aterrizará en algunos días a Tabasco y permitirá el cierre de administración y el inicio de la siguiente, sin ningún pendiente. Es lo mejor para Tabasco.

POSTDATA

Hay razones suficientes para levantar la voz por la crisis del sector salud. Pero hay que cuidarse de la grilla y los oportunismos políticos como el escenificado por el ahora diputado de Morena Ariel Cetina. ¿Por qué no gestionar la intervención inmediata del gobierno federal? Recordemos que esto sucedió en diciembre del 2012, al término de la administración de Andrés Granier. Cuando la propia secretaria de Salud federal, Mercedes Juan López, tomó las riendas del asunto. Menos sombrerazos, más acciones.