CARTAS DEL TRÓPICO

La nueva era de Pemex contra la corrupción

El jueves de esta semana, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presentó el Plan Conjunto del Gobierno de México para Combatir el Robo de Hidrocarburos de Pemex, un problema que se ha incrementado en los últimos años.

Datos difundidos por las nuevas autoridades muestran que durante el año 2016 grupos delictivos extrajeron un total de 26 mil barriles al día. El número creció a 43 mil barriles por día durante el año 2017, y en este año que termina el número de barriles diarios robados a la empresa productiva es de 58 mil barriles diarios.

Los números son alarmantes y hablan de un complejo sistema trabajando para ordeñar la riqueza nacional. Es el famoso “huachicoleo” que ocurre a varios estados por donde pasan los ductos de la petrolera mexicana.

Desde tiempo atrás se ha dicho hasta que no solo son personas externas a la empresa las que participan, sino que reciben apoyos del personal de la empresa productiva.

Ya hay tres funcionarios de PEMEX cesado y bajo investigación por este delito, se dijo durante la presentación del programa.

Resulta ilógico que, teniendo equipos de monitoreo de ductos, éstos pudieran ser manipulados sin ninguna señal de alarma y por otra, el conocimiento técnico para perforar un ducto y extraer el combustible sin problemas no es algo que cualquier persona maneje.

La participación de personal especializado es evidente, sobre todo cuando se menciona que el problema no solo ocurre en tierra sino en pleno mar.

¡Ni qué decir que los robos del combustible no eran denunciados por el área jurídica de la petrolera y el combustible robado recuperado por la autoridad simplemente desaparecía! Este nunca regresaba a las instalaciones de la empresa pública. Es un misterio donde terminaba y en beneficio de quien.

En este año el monto las pérdidas por el robo de hidrocarburo ascienden a más de 60 mil millones de pesos, monto superior al presupuesto de egresos de Tabasco para el próximo año. Es negocio es redituable para los involucrados y los lugares de venta se pelean con las armas.

Es el caso de la Chontalpa en el estado, donde la lucha por la plaza ha cobrado decenas de vidas de grupos antagónicos involucrados en el robo del combustible. Muchos de ellos menores de edad que se son cooptados ante lo fácil que pueden tener ingresos superiores al de un trabajo formal, aunque ilícito y de alto riesgo.

La propuesta presentada por AMLO y el director de PEMEX involucra a elementos de la secretaría de Marina y de la Defensa Nacional quienes vigilarán de forma directa las instalaciones de refinación, así como la entrada y salidas de las unidades de transporte del combustible. La refinería de Salamanca ya es vigilada por elementos del Ejército.

Las acciones planteadas han sido calificadas de realistas por algunos especialistas. Se busca la reducción del robo de hidrocarburo. Es la primera fase, el primer aviso para los que extraen el combustible. Pronto se estará llegando a quienes lo expenden y usufructúan un bien de todos.

Entre las acciones que siguen serán la tipificación del robo de hidrocarburo como delito grave, sin importar la cantidad, a quien se le aplique no pueda salir de la cárcel.

Los resultados presentados de la implementación del programa en sus primeros días arrojan resultados alentadores. Debe continuarse así.

Es una tarea dura, difícil para quienes tienen las manos manchadas y están acostumbrado a hacer negocios con recursos públicos. No es el caso del ahora presidente de México.

Solo él podría hacerlo y deben tomarse las medidas necesarias ante las reacciones, de todo tipo, de los intereses trastocados.