Choco Chepe: fomentar la cultura popular de Tabasco

Llama la atención ver a un joven de apenas 24 años vestido de pantalón y camisa de manta

Llama la atención ver a un joven de apenas 24 años vestido de pantalón y camisa de manta. Traer colgado su bush, el machete envainado, su sombrero, un morral, el paliacate sobre el cuello, y un grillo al hombro que lleva siempre como consejero. 

José Vinar Olán Graniel, vive en Bosques de Saloya, Nacajuca, y se formó desde su adolescencia en grupos de tamborileros (en 2015 fundó “Aj Jobeno”, Los Chaquistes) y en talleres de pintura.

Actualmente estudia el sexto semestre de la licenciatura en Gestión y Promoción de la Cultura en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT).

Hace dos años le dio vida a su personaje, el cual bautizó como “Choco Chepe”, cuya finalidad es sensibilizar a los niños y jóvenes sobre los valores culturales de Tabasco, como la música autóctona, historias orales, tradiciones y costumbres.

Choco Chepe igual toca la flauta, tambores, lee cuentos, hace recorridos en el Centro Histórico, enseña la historia de un parque, una colonia, o una calle. Además, acude a escuelas, festivales, visita museos, y desde ahí nos lleva de la mano en un pasaje por la historia.

“Desde pequeño mi padre nos inspiró la música popular, escuchaba a Alberto Medel, Dora María, Chico Che, Karmito, el Trío Usumacinta, La Marimba Hermanos Flores, Los Siete Modernistas, Los Bárbaros; mientras mi madre, que es del campo, nos contaba historias y anécdotas de su pueblo, todo lo fui adquiriendo”.

Recuerda que su papá siempre le comentaba sobre los personajes de Villahermosa, cómo era la ciudad, pero un día le dijo que tuvo un primo, conocido como el Choco Tabasqueño (Vicente Padrón), el de “La porra del Tushishal”. Luego adquirió el libro que escribió Don Chente, y de ahí tomó algunas bombas y frases.

Sobre el surgimiento del personaje cuenta que un día en el escenario le falló el sonido del micrófono, mientras lo arreglaban se le ocurrió hablar un poco de la historia de la Catedral, de los tambores, y lo hizo en una forma tabasqueña, pero sin salirse del contexto cultural, al final de la presentación algunos asistentes se acercaron para expresarle que les había gustado.

“Choco Chepe tiene la particularidad de atender a los niños, se toman fotos con el personaje, a ellos les llama la atención la vestimenta, y denotan esa curiosidad de saber quién es ese choco, y sobre todo el grillo que lleva en el hombro de nombre Chinay", expresa.

Como José Vinar hace exposiciones de pintura, promociona la cultura, visita los museos, da charlas sobre lectura y escucha música.

A los jóvenes les sugiere que cuando puedan visiten el estado, ¡conozcan Tabasco!, su historia, compren libros y vean buen cine.

Respecto a la pandemia dice que por el momento lo tiene como a casi todos, en el confinamiento, pero desde ahí continúa dándole vida a Choco Chepe, quien no deja de contar cuentos, y dar una que otra anécdota cultural.

PARÉNTESIS

En tan sólo tres meses se estima que la cantidad de gente en pobreza extrema por ingreso haya aumentado en 10 millones a causa de la pandemia, según un estudio del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM. En mayo, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) estimó una cifra similar de incremento de la pobreza extrema en México en 10 millones de personas; sin embargo, esta cifra era considerando un efecto anual de la pandemia.